La falta de inventario de vehículos nuevos es un problema generalizado dentro de la industria automotriz, pero para algunas marcas ha sido más crítico que para otras. Hay las que solo registran escasez de algunos modelos o versiones, mientras que otras se han quedado literalmente sin autos para vender y con largas listas de espera que van de los dos a los tres meses.
“Aunque la falta de chips afecta a todos los fabricantes de vehículos, no es igual cuando analizamos marca por marca, modelo por modelo, versión por versión”, dijo Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores.
El desabasto global de chips, que inició a finales de 2020 y que se ha prolongado durante todo 2021, ha llevado a varios fabricantes a registrar los niveles de inventarios más bajos que han tenido en los últimos 50 años. Esto ha generado movimientos dentro del ranking de ventas. Uno de ellos ha sido el rebase hecho por Grupo Volkswagen a General Motors.
El fabricante estadounidense no solo se ha visto afectado por la escasez de chips, sino que también ha reportado un menor volumen debido al término de la comercialización de los modelos Beat y Spark. Ambos vehículos, que se ofrecían en el mercado mexicano por menos de 250,000 pesos, generaron 25% de las ventas del fabricante estadounidense en el primer semestre del año, según datos de Inegi.
Tras la salida de los dos modelos, el sedán subcompacto Aveo de manufactura china, queda como el modelo más económico de la gama, seguido de Cavalier, un sedán compacto que también importa del país asiático. Sin embargo, el precio de la mayoría de las versiones de ambos modelos supera los 250,000 pesos y, en el caso de Cavalier, alcanza los 379,800 pesos.
Aunque Volkswagen también ha tenido que detener su producción en varias ocasiones a lo largo del año debido a la falta de chips, el fabricante alemán dijo a finales de julio que “limitó con éxito” el impacto de la pandemia y los problemas de abastecimiento de semiconductores durante los seis primeros meses del año. Sin embargo, afirmó que esperaba “efectos más pronunciados” en el segundo semestre.
“Nosotros hemos estado en contacto con nuestra casa matriz en Alemania y sabemos que están trabajando para restablecer el abasto, pero aún no es posible determinar cuándo ocurrirá esto. Esperaríamos que pudiera estabilizarse a partir del último trimestre del año”, dijo Edgar Estrada, director de la marca Volkswagen.
Nissan, que desde 2009 ocupa la primera posición de venta de vehículos nuevos en el mercado mexicano, aún mantiene un margen holgado, de siete puntos base respecto al Grupo Volkswagen, que recientemente se posicionó como el segundo jugador en el mercado.
Toyota y Kia, que ocupan la cuarta y quinta posición de ventas, han logrado capitalizar mejor su inventario de chips: aunque ambas han tenido afectaciones debido a la falta de semiconductores, el impacto ha sido relativamente menor al que han tenido los fabricantes estadounidenses. Esto les ha permitido mantener una oferta constante de sus modelos más vendidos y mejorar su participación de mercado en lo que va del año.
“La producción de semiconductores se concentra en Asia y los tres fabricantes estadounidenses han quedado un poco rezagados en las entregas”, explicó Alberto Bustamante, director de comercio exterior de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
Toyota cerró 2020 con una participación de mercado de 8.1% y en lo que va del año ha sumado varias décimas de punto para cerrar el noveno mes del año con 9%. Kia, por su parte, pasó de tener 7.8% al 8.1%, gracias al buen desempeño de su SUV subcompacto Seltos y a sus dos modelos de producción local, Río y Forte.
Gerardo San Roman, director de Jato Dynamics, prevé que la escasez de semiconductores continúe hasta 2022 con lo que los movimientos en la tabla de posiciones continuarán hacia el último trimestre del año. “En el mercado hay demanda de vehículos y aquellas marcas que logren gestionar mejor sus inventarios podrán captar mayores ventas”, dijo.