La carrera contra los privados
Las compañías privadas comenzaron importando 2,000 barriles diarios de gasolina durante 2016 –el primer año en que se abrió el mercado–, y para este septiembre las empresas –lideradas por la estadounidense Exxon– ya internaron 160,000 barriles diarios del combustible. Este crecimiento acelerado ha arrebatado a Pemex presencia en los mercados del norte y centro del país, en donde la logística permite un rápido desarrollo a los privados.
Las empresas privadas ya cubren el 23% de la demanda total de gasolina que hay en el país, en 2018 apenas representaban el 0.25% de la oferta.
La petrolera ha perdido alrededor del 39% de las franquicias de combustibles que sumaba antes de la reforma y ha dejado de dar a conocer los datos sobre la cantidad de clientes que tiene en sus dinámicas de ventas de primera mano, después de disminuciones continuas en este indicador.
En un intento por aumentar la vigilancia en la importación ilegal de combustibles, el gobierno federal ha aumentado el control en los puntos de internación y en las terminales de almacenamiento, pero el cierre de algunas instalaciones y el cese de algunos permisos no ha desacelerado la mecánica del sector privado.
La autosuficiencia, entendida como el consumo de gasolinas producidas solo en el país, podría ser prácticamente imposible tomando como base el rápido crecimiento que han tenido los privados, la legislación actual y la vigencia de los permisos de importación.
Sin tanto crudo ligero
A la par del cese de las importaciones de gasolina, la administración federal prevé dejar de exportar petróleo –que, en momentos como el actual, ha traído fuertes ingresos a la Hacienda pública–, para producir solo el necesario para el uso de las refinerías.
Pero la mayoría del crudo producido en el país es Maya o pesado, un tipo de petróleo que genera productos de menor calidad y aumenta la producción de combustóleo, un subproducto de la refinación que, según el momento, puede ser complicado colocar en el mercado y que en los últimos meses se ha producido más que las gasolinas.
En los últimos meses, el combustóleo de exportación ha tocado los 50 dólares por barril, derivado de los altos precios internacionales del crudo. Pero por momentos, la estatal ha batallado por colocar este producto en el mercado, que se utiliza cada vez menos debido a su alto nivel contaminante.
La estatal produce desde febrero pasado más combustóleo que gasolinas, resultante del mayor uso de crudo pesado y de la ausencia de mantenimiento en las seis refinerías de la compañía. Y la administración federal ha aumentado el uso de combustóleo en las centrales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para así aminorar la cantidad del producto.
La producción ha aumentado, pero está lejos de la meta
La producción de gasolinas en las seis refinerías de Pemex ha tocado su punto más alto desde 2017. En septiembre, la empresa que dirige Octavio Romero Oropeza produjo 248,000 barriles diarios de gasolina y así logró satisfacer el 36% de la demanda nacional de gasolina.