Pero contraerse no fue la norma para todos. Durante 2020, Viva Aerobus y Volaris sumaron seis aeronaves cada una, y para finales de 2021 ya tenían 17 y 20 equipos más, respectivamente.
Para este año, el plan para las tres mayores aerolíneas –Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, que en 2021 concentraron 88% de la flota aérea del país– es seguir sumando aviones.
De acuerdo con su plan de reestructura, Aeroméxico prevé cerrar el 2022 con una flota de 151 aviones, 18 más que el año pasado. De manera similar, Volaris espera sumar 14 aviones, mientras Viva Aerobus estima añadir entre seis y 12 aviones. En conjunto, esto representaría 44 aeronaves más que en 2020, y, en el supuesto de que el resto de las aerolíneas mantuvieran los mismos equipos de 2021, sumarían 354 aviones, uno menos que en 2019.
Para Jonathan Félix, analista de Verum Calificadora de Valores, la estrategia de las aerolíneas responde a una intención de ir por el mercado que quedó desatendido por Interjet.
“Es una compensación, las otras aerolíneas tratan de cubrir ese mercado, es una situación diferente al resto del mundo”, explica el especialista. “Puede que no se hayan recuperado los pasajeros prepandemia, pero ahora el mercado se divide entre menos”.
Esto se suma a la recuperación de algunos mercados en México en segmentos de alta demanda, como el vacacional, que en varios casos ya rebasó los niveles prepandemia, agrega Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo.
“Destinos como Los Cabos y Cancún han tenido un crecimiento muy por encima del promedio nacional; si hablábamos de una recuperación de hasta 75% respecto a 2019, en esos destinos está por arriba del 100%”, explica.
Sin embargo, las aerolíneas también se enfrentarán a un entorno de altos precios de combustible derivado del conflicto entre Rusia y Ucrania, un rubro que concentra de 30% hasta 40% de sus costos totales.
“El impacto en los costos de las aerolíneas como resultado de las fluctuaciones en los precios energéticos o los cambios de ruta para evitar el espacio aéreo ruso podría tener implicaciones más serias”, dijo la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por su sigla en inglés) en un comunicado. “Es probable que la confianza del consumidor y la actividad económica se vean afectadas incluso fuera de Europa del Este”.
Aunque al sumar nuevos aviones las aerolíneas tienen un ahorro de combustibles –en varios casos de alrededor de 20% respecto a modelos más viejos–, e incluso coberturas para protegerse de las alzas de los precios, podría no ser suficiente.
“Habrá que ver qué tanto va a permanecer el precio del petróleo en estos niveles. Nadie lo sabe, seguramente podría ser temporal”, acota Félix. “Sin duda les va a pegar, aunque ese impacto no sea de la noche a la mañana, porque tienen coberturas, que permiten que el efecto no sea inmediato. No terminará impactando si dura un mes, pero si se extiende cuatro o cinco meses, sí podría afectar”.