De manera similar, las estimaciones apuntaban un tráfico de 16.8 millones de pasajeros, que en el reporte del cuarto trimestre de 2021 fue de 16.55 millones de pasajeros, apenas un 1% por debajo de la expectativa.
Para Marco Montañez, director de análisis de renta variable de Vector Casa de Bolsa, una alta demanda de vuelos en diferentes momentos del año impulsó los resultados de la aerolínea, la cual incluso ayudó a que no padeciera los efectos de las nuevas variantes de Covid-19 en el mercado.
“Considero que los programas de vacunación tuvieron un efecto positivo mayor a lo esperado para aumentar la confianza en la demanda de viajes aéreos, así como el aumento de las tarifas promedio por la demanda de último momento, particularmente hacia finales de año”, explica el especialista. “Lo anterior más que compensó las disrupciones en la operación causadas por la oleada de la variante ómicron hacia finales del año pasado”.
Al respecto, Brian Rodríguez, analista de Monex Grupo Financiero, refiere que la recuperación de Aeroméxico es incluso más acelerada de lo que se esperaba al inicio de la pandemia, principalmente ante una demanda acumulada del mercado y la salida de operaciones de Interjet.
Sin embargo, el persistente entorno inflacionario a causa de la crisis en las cadenas de suministro a nivel mundial, aunada a un alza en los precios del combustible por la invasión de Rusia en Ucrania, ponen sobre la mesa un escenario retador para cumplir los objetivos de crecimiento de la aerolínea, que este año busca generar ingresos operativos por 3,329 mdd (que supondría un alza de 50% respecto a lo alcanzado en 2021) y un flujo de 25.8 millones de pasajeros (56% más que el año pasado).
“Operativamente vemos un año bastante retador para el sector aéreo en general”, explica Rodríguez. “Enero y febrero fueron desafiantes por ómicron; pese a que los mercados se han enfocado más en la inflación y los conflictos geopoliticos, para la aviacion sigue siendo importante. Tiene un impacto a nivel internacional, pues ante más casos de contagio hay impedimentos para operar con normalidad”.
Para los analistas, la alta inflación podría incidir en el poder adquisitivo de las personas, lo que afectaría la demanda, a lo que se suma el alza del combustible, que podría elevar los costos operativos de la aerolínea e incluso trasladarse al consumidor, traduciéndose en tarifas más altas.
“En 2021, los gastos de combustible representaron el 26% de los gastos totales de la empresa (excluyendo [costos de] reestructura). Históricamente, han representado en promedio entre el 30% y 33% de los gastos totales. En caso que los precios del petróleo se mantengan en niveles altos durante un tiempo prolongado, el impacto en la rentabilidad será muy negativo”, considera Montañez.
Por lo pronto, Aeroméxico continúa avanzando hacia su salida del Capítulo 11 del Código de Bancarrotas estadounidense. De momento, está en espera de que concluya la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) para el próximo 15 de marzo, lo cual dará pie a la entrada de nuevo capital a la aerolínea y otras acciones para ejecutar su plan de reestructura.
