Juan José Cirión, presidente de México y el Mundo Vapeando (MexVap), opina que el nuevo decreto, lejos de limitar o erradicar el consumo de vapeadores, levantará una nueva ola de amparos, tal como ocurrió tras la publicación del anterior decreto.
MexVap asesora a las personas físicas o morales para promover amparos al decreto de 2020 que prohíbe importar y distribuir vapeadores y cigarros electrónicos. Hasta antes del nuevo decreto, MexVap tenía registro de entre 850 y 900 amparos promovidos contra el anterior, de los cuales 300 ya habían sido resueltos.
“Ahora (los comercializadores) se van a tener que ir al amparo de nueva cuenta, porque todos los anteriores quedarán sin vigencia con este nuevo decreto presidencial”, apunta Juan José Cirión, presidente de México y el Mundo Vapeando (MexVap).
Vapeadores y cigarros electrónicos ¿Qué son y qué riesgo tienen para la salud?
El crecimiento de un mercado negro
Hasta ahora, el Gobierno Federal no ha podido frenar el mercado de los vapeadores y cigarros electrónicos. Lejos de disminuir, la venta de estos dispositivos incrementó en medio de la pandemia, pese a las constantes advertencias que señalaban al consumo de tabaco, vapeadores y cigarros electrónicos como uno de los factores de riesgo para una peor progresión de la infección por Covid-19.
Mientras que en 2019 había unos 975,000 usuarios de este tipo de dispositivos, hoy hay más de 1.5 millones, de acuerdo con estimaciones de la asociación civil Pro-Vapeo. Las ventas de vapeadores y cigarros electrónicos generan entre 3,000 y 5,000 millones de pesos al año.
Este crecimiento se dio a la sombra de amparos solicitados ante el decreto de 2020 por los fabricantes y comercializadores de los dispositivos y de un mercado negro que floreció en establecimientos de comida y en el comercio electrónico, al que los consumidores acceden por el 'boca a boca' y por grupos en Facebook.
Rodríguez, usuario de vapeadores, cuenta que desde el primer decreto de 2020, se generó una red de contacto con los vendedores de dispositivos y líquidos para garantizar el acceso. Los mismos consumidores resguardan las ubicaciones de los puntos de venta, que en muchos casos operan como clubes de vapeo. Información que no comparten con cualquier persona.
El Gobierno Federal argumenta que estos dispositivos contienen aromatizantes como el diacetilo, un químico relacionado con una enfermedad pulmonar grave, además de metales pesados, como níquel, estaño y plomo. Además, alerta sobre su creciente uso entre menores de edad.
De acuerdo con la Comisión Nacional contra las Adicciones, 938,000 adolescentes han probado los vapeadores y cigarrillos electrónicos, de los cuales 160,000 actualmente lo usan.
Los promotores de la legalización de los dispositivos aseguran que la nueva medida, lejos de reducir la venta de los dispositivos, va a favorecer aún más su comercialización en el mercado negro. “Con el cierre de tiendas y establecimientos, que se puede dar tras el decreto, las personas que decidan seguir vapeando van a buscar el producto en la calle, sin que exista una certeza de que los productos no tienen algún defecto”, declara Cirión.