Pero parte del plan de reestructura de la aerolínea también la hizo sujeta a obligaciones contractuales adquiridas bajo el Convenio de Derechos de Registro (o RRA, por su sigla en inglés), en el que la compañía se compromete a varios procesos.
El primero es hacer una declaración de registro bajo la Forma 1 ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por su sigla en inglés) estadounidense, a más tardar para el próximo 30 de diciembre, para la venta, reventa y otro tipo de distribuciones de los títulos que estén en manos de los actuales accionistas. Esto debe hacerse de una forma “razonablemente satisfactoria” para Apollo –el mayor accionista de la aerolínea, con una participación de 22.38% en su capital–, Delta Air Lines –con 20% de las acciones, tras reducir su participación desde 49%–, así como para la mayoría de los tenedores de bonos.
La presentación de la declaración de registro inicial puede aplazarse con el consentimiento por escrito de los tenedores que, en conjunto, posean 57.5% del capital de la compañía.
Como parte de este proceso, el Consejo de Administración de Aeroméxico convocó a sus accionistas a una asamblea general extraordinaria de accionistas para el próximo 27 de junio para determinar el desliste de la BMV, y, en su caso, sobre la aprobación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para el lanzamiento de una nueva oferta pública de adquisición de acciones (OPA) para recomprar sus acciones del mercado.
¿Por qué Estados Unidos?
Para los analistas no es casualidad la intención de Aeroméxico de salir de la BMV y comenzar a cotizar en el mercado estadounidense, pues es el país de origen de los dos principales accionistas de la compañía, Apollo y Delta.
“Hay importantes integrantes en el capital accionario de Aeroméxico que principalmente provienen de Estados Unidos, y es por eso que algunas de las intenciones de la emisora sería llevar estas acciones a Estados Unidos, posiblemente a listarse allá”, explica Brian Rodríguez, analista de Monex Grupo Financiero.
El Convenio de Derechos de Registro refiere que, una vez que se haya aprobado el registro de la compañía ante la SEC y previa notificación por escrito, las acciones de Aeroméxico comenzarán a cotizar en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE, por su sigla en inglés) o en NASDAQ de manera inmediata. Los tenedores de la mayoría de las acciones registrables determinarán si las acciones cotizarán en forma de American Depositary Shares (ADS, un título disponible para empresas con participación accionaria estadounidense) y en otros términos.
Gerardo Copca, analista de Metanálisis, refiere que la salida de Aeroméxico se daría en un contexto en el que otras empresas mexicanas han decidido deslistar sus acciones de la BMV.
“Algunas empresas dicen que el mercado no las avalúa justamente, eso ha ocurrido con Bachoco y Lala, por ejemplo. En la parte de Aeroméxico podría ser algo así, pues su acción llegó casi a 400 pesos (cuando se emitieron las nuevas acciones), pero tuvo una caída bastante fuerte una vez reestructurada la empresa”, dice el especialista haciendo referencia al precio actual de las acciones, que cerraron el viernes pasado a 239 pesos por título.
Mientras que para la empresa un desliste de la BMV no tendría afectaciones en su reestructura financiera, los inversionistas que tengan títulos de la aerolínea deberían estar atentos al precio al que se recompren las acciones del mercado, advierte Rodríguez.
“Después de que se considere la OPA, habrá que ver a qué nivel sale, recordando que tiene menos de tres meses que se hizo la primera”, señaló.
Si se va, podría volver a la BMV
Aunque cotizar en Estados Unidos pareciera ser la prioridad, los títulos de Aeroméxico podrían regresar a la bolsa mexicana, aunque los accionistas tendrán la última palabra.
“Después de que las nuevas acciones coticen en el mercado (…) los tenedores de la mayoría de las nuevas acciones en circulación tendrán el derecho a exigir a la compañía que haga que las nuevas acciones coticen en una bolsa mexicana”, dice el Convenio de Derechos de Registro.
Esto incluso va en línea con lo que la propia BMV espera.
“Ojalá en algún momento regrese al mercado de capitales. Aeroméxico utiliza también otros productos, entonces ojalá sea temporal y tiene las puertas abiertas de regreso”, dijo José-Oriol Bosch, director general de la BMV, a medios el viernes pasado.
Si Aeroméxico decidiera regresar, podría cotizar tanto en la bolsa mexicana como la estadounidense, algo que ya hacen otras empresas.
“Puede cotizar en ambos mercados, como actualmente lo hacen Pemex y otras emisoras mexicanas, que tienen ADR (american depositary receipts, títulos de empresas extranjeras) en Estados Unidos”, concluye Copca.