“Esperamos que esto, que se hace para recuperar la Categoría 1, va a ayudar a ambas auditorías”, dijo Melvin Cintron, director regional para Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de la OACI, a medios durante la Semana de la Aviación, organizada por el Colegio de Pilotos Aviadores de México. “La nuestra va a ser mucho más extensa”.
Entre los anexos que se evaluarán en la auditoría de la OACI, y que no se contemplaron en la revisión de la FAA, se encuentra el anexo 4, correspondiente a las cartas de navegación aeronáutica; el anexo 10, referente a las comunicaciones aeronáuticas, y el anexo 14, correspondiente al diseño y operación de aeropuertos y helipuertos.
La auditoría de la OACI es independiente de la realizada por la FAA, por lo que si bien tienen puntos en común, no interfieren una con la otra. Sin embargo, los trabajos que se hacen para cumplir con las observaciones realizadas por la FAA en su auditoría contribuirán a la evaluación que hará la OACI.
De ahí que en esta revisión se pondrá bajo lupa el desempeño de autoridades como la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y la propia Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), además de organismos creados para la operación de nuevos aeropuertos, como el caso de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que opera el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) a través de un órgano estatal del mismo nombre.
Sin embargo, Citron enfatizó que la OACI no evaluará a los aeropuertos como tal, sino a los órganos que los operan y supervisan, quienes también son encargados de certificar a los complejos.
“La OACI no certifica a los aeropuertos. Lo que nosotros hacemos es ver que la autoridad tenga la capacidad, los recursos, todo lo necesario para certificar a sus aeropuertos, incluso el personal cualificado, naturalmente. Entonces, cuando se habla de una certificación del aeropuerto, es la que tiene que llevar a cabo la autoridad, la AFAC”.
Aunque la auditoría de la FAA aún no ha concluido, la OACI no prevé aplazar su evaluación de finales de año, que se prevé que tome alrededor de dos semanas tras los trabajos previos.
En caso de que el resultado de la auditoría de la OACI no sea favorable para las autoridades mexicanas, Cintron dijo que, contrario al ajuste realizado por la FAA –una degradación a categoría 2, que impide a las aerolíneas mexicanas abrir nuevas rutas y colocar más capacidad a Estados Unidos–, los efectos se traducirían en una mala percepción en el extranjero sobre el sector aéreo mexicano.
“Las consecuencias son más globales en cuanto a que los otros países entonces saben el nivel de cumplimiento que tiene un país, y si es algo sumamente degradante en cuanto a su cumplimiento”, refirió el directivo de la OACI. “Ningún país prohíbe que sus ciudadanos viajen, pero dan información para que sus ciudadanos tomen una decisión educada (…) La consecuencia es esa: los otros países 193 países miembro [de la OACI] sabrán el nivel de cumplimiento [de México]”.