Además, la inflación se recrudece en la medida que otros conflictos no logran resolverse, como la guerra en Ucrania y los problemas en las cadenas de suministro, logística y transporte.
Una clara muestra son los refrigeradores vacíos de cerveza en las tiendas de la esquina, en los Oxxo o en los supermercados, que cada vez hacen más evidente el desabasto de este producto, favorito de las fiestas y reuniones.
La falta de envases de vidrio y el alto costo del aluminio que se ha generado por una sobredemanda tienen inquieto a más de uno que pregunta cuándo volverán los días en que había mucha chela y de todo tipo de marca para escoger.
Ahora lo que sigue esperar es ver que cuando se normalice su presencia en los refrigeradores, la cerveza cueste lo mismo… no vaya a ser que con la escasez suban de precio.
Los que sí tienen claro que tendrán que desembolsar un extra en este verano son los miles de vacacionistas que ya están esperando que los estudiantes terminen el ciclo escolar para ir a su playa favorita o su ciudad mexicana soñada.
Salir de vacaciones en estos días resultará más caro que otras temporadas , porque los precios de los boletos de avión y las noches de hospedaje han registrado un aumento por encima de la inflación general.
¡Qué difícil verano! Sin cerveza y planes vacacionales por las nubes.
A los que les cayó un poco de oxígeno en este momento son a los cines, que esperan que en estos días haya una mayor asistencia a las salas, luego de difíciles años y de baja afluencia por las restricciones que provocó la pandemia.
Pero al igual que muchos negocios, aunque se espera que les vaya mejor, la inflación también puede jugarle al Grinch y espantar a uno que otro cinéfilo que preferirá aguantarse unos meses a que la película salga por televisión o alguna aplicación.
De todos modos, esperamos que, por los miles de empleos que genera y por la necesidad de tener negocios sanos, esta sea una buena temporada para todos los cines en México.
Y ya para acabar con temas de inflación, no podemos dejar de lado a los millones de automovilistas que hay en el país que ven cómo los altos precios aceleran más rápido que el Checo Pérez.
No solo hablamos de la gasolina, que de por sí se come una buena parte del ingreso de los conductores, sino de todo lo que es el mantenimiento, los seguros, las refacciones… Mejor para que no te agarren en curva peligrosa te recomendamos ver los efectos que ha generado el fenómeno económico en los coches.