“Esto conduce a la necesidad de identificar y gestionar riesgos como un elemento clave del negocio al ser el detonador de estrategias eficientes. Aquellas compañías que, de manera proactiva, cuentan con un programa de este tipo estarían mejor preparadas para librar los efectos de acontecimientos de alto impacto”, señala KPMG en su estudio ‘Riesgos en México 2022. Anticipando rutas de crecimiento’.
Algunas de estas preocupaciones ya comienzan a materializarse en las ganancias de las empresas. Por ejemplo, Álvaro Fernández, director general del conglomerado Alfa, señaló en el reporte financiero de la empresa del segundo trimestre que “el flujo de Sigma Europa aumentó 20% con respecto al trimestre anterior, gracias a las medidas de eficiencia operativa y de precios, para mitigar las presiones inflacionarias. Por otro lado, el retraso de proyectos por la escasez mundial de semiconductores, menores ventas al sector gobierno y menores ingresos de un cliente mayorista continuaron afectando los resultados de Axtel”, mencionó en el reporte financiero.
Armando Torrado, director general de Alsea comentó en sus resultados que pese a las buenas ventas durante el trimestre, estos resultados se dieron en medio de retos en la cadena de suministro, las presiones inflacionarias y los cambios en hábitos de consumo.
“Continuamos aprovechando nuestro impulso positivo a pesar del entorno inflacionario que está afectando a las industrias en todo el mundo. La resiliencia de nuestro negocio, junto con nuestras capacidades de optimización de ingresos, nos permitió alcanzar un sólido crecimiento en las ventas de todos nuestros territorios”, dijo John Santa Maria, director general de Coca-Cola FEMSA.
Si bien, las preocupaciones que externaron los directivos en los reportes financieros del segundo trimestre son más latentes, el estudio de KPMG en que se encuestó a más de 100 directivos de México, señala que entre los riesgos que consideran tienen mayor probabilidad de materializarse se encuentran los ataques cibernéticos, la escasez de insumos clave y la inseguridad y falta de Estado de derecho.
Considerando que 90% de las empresas encuestadas por KPMG consideran que las amenazas a su estrategia se mantendrán o aumentarán en los siguientes tres años, las compañías deben prepararse para asegurar su continuidad.
“Es crítico tomar en cuenta los posibles escenarios, las herramientas tecnológicas y la incorporación de una cultura de riesgos liderada por el órgano máximo de gobierno corporativo e impulsada por el equipo directivo, que permita elevar su capacidad de anticipación y reacción ante distintos entornos”, concluye el estudio de KPMG.