Con la declaración de esta mañana, el discurso presidencial respecto a las actividades mineras ha cambiado de rumbo, tras críticas constantes hacia la industria minera, en las que ha asegurado que los beneficios económicos de la extracción de los minerales se han quedado históricamente sólo en las compañías. “Este es un plan que ya hablamos con el presidente Biden, y yo creo que va a tener mucho apoyo, es de interés de inversionistas nacionales y extranjeros, para los fondos de inversión”, dijo el presidente en Palacio Nacional.
La administración federal ya había dado algunas señales sobre la apertura al sector privado en el decreto publicado la semana pasada. En el documento se asegura que la nueva estatal “podrá asociarse con otras instituciones públicas y privadas” para administrar y controlar las actividades necesarias para la producción de litio. Pero hasta ahora, no se habían dado más detalles.
El año pasado, y asesorado por el expresidente boliviano Evo Morales, el presidente anunció que la extracción de litio quedaría completamente en manos del Estado. Hoy en su conferencia dijo que el gobierno de Bolivia está fungiendo como asesor del proyecto de litio.
Y con la declaración de esta mañana, el proyecto mexicano comienza a encaminarse hacia lo que ha optado Bolivia durante los últimos meses. El gobierno del sudamericano Luis Arce ha decidido poner en marcha un programa piloto para que la paraestatal Yacimientos de Litio Bolivianos realice una serie de rondas para que compañías privadas internacionales, con mayor experiencia y recursos, colaboren con el Estados para extraer y producir el mineral. La decisión fue tomada por la administración presidencial debido a que, tras más de una década y cuantiosas inversiones, la producción boliviana de litio aún es muy escasa, a pesar de que el país posee las reservas de litio más grandes del mundo. “Ellos también están llevando acuerdos con países, con gobiernos extranjero para la explotación del litio”, dijo López Obrador esta mañana.
La nueva decisión sobre Litio para México también acerca al gobierno obradorista al formato de producción del mineral por el que han optado otros países latinoamericanos, como el chileno. El recién llegado a la presidencia de Chile, Gabriel Boric, dijo al inicio de su administración que crearía una compañía nacional del litio, pero en las últimas semanas la idea se ha desdibujado para dar más bien paso a un nuevo organismo centrado en el desarrollo de tecnología para aprovechar el mineral.