“Sí hay inversión en el país, pero no es suficiente. No está llegando a todos los sectores y regiones para que haya oportunidades para todos los mexicanos. En el norte del país llegan inversiones nacionales y extranjeras, pero representan cerca de 18% del Producto Interno Bruto (PIB), que sumada a la inversión pública –que es alrededor de 2.5% del PIB– representa poco más de 20% del PIB. Si queremos crecer a tasas importantes cada año, la inversión debe ser de 24%-25% cada año, y tiene que llegar a más regiones del país”, dijo.
Del Valle considera que México tiene una serie de herramientas que lo hacen atractivo, tanto para la inversión nacional como extranjera.
El principal es el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), donde hay una oportunidad para incrementar la participación de las empresas mexicanas en estados del otro lado de la frontera que actualmente están dominadas por compañías europeas y de otras regiones.
“Cuando decimos que somos el principal socio comercial de Estados Unidos, no entendemos el detalle. Hay estados con una predominante participación de México, como Texas, Arizona, California y Colorado, el medio oeste con una participación del sector automotriz importantísima. Sin embargo, si nos vamos al noroeste de Estados Unidos, las participaciones de México bajan dramáticamente”.
A ello se suman algunas obras de infraestructura, que si bien se han enfocado en transporte en los últimos años –como es el caso del Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)–, también suponen la entrada para un crecimiento en términos comerciales, como el Corredor Transístmico, que actualmente se desarrolla en el sureste del país.
“Es un proyecto para el desarrollo del país en el largo plazo, y creo que va a ser de alguna forma un detonador para el desarrollo del país en los próximos 30 años”, señaló. “Hay que entenderlo como un proyecto de infraestructura general; no sólo es un tren que va de un lado a otro, hablamos de infraestructura de parques industriales, puertos, vías férreas, que van a dar dinámica a esa región”.
Por otra parte, el presidente del Consejo Mexicano de Negocios considera que se ha dado un manejo adecuado de las finanzas públicas, concretamente en el ámbito de la deuda. No obstante, consideró que hay un área de oportunidad de hacerse de mayor deuda para propósitos productivos. “Del lado más agresivo o conservador, prefiero que sea del conservador y mantener un nivel de deuda muy manejable”, puntualiza.
Pese a estas condiciones, Del Valle consideró que aún hay importantes retos, como la construcción de un entorno de certidumbre en términos legislativos, pero también de seguridad, tanto para empresas como para consumidores.
De ahí que, al referirse al eventual sucesor del presidente Andrés Manuel López Obrador, el representante de la iniciativa privada consideró prioritaria una visión de la situación actual del país, así como de su potencial.
“Quien venga más adelante tiene que ser una persona consciente de la realidad de nuestro país, de las grandes ventajas que hemos mencionado, y también de las importantes desventajas o rezagos que vivimos en nuestro país (…) Tenemos la capacidad y todas las herramientas para hacer otra vez que el México dinámico, lleno de oportunidades, llegue hasta donde nadie tiene acceso a otras oportunidades”, concluyó.