La estrategia al interior del resort de 250 hectáreas responde a las nuevas tendencias de diseño en complejos de lujo y ultra lujo, en los que la compañía está enfocada, pero también a una búsqueda de elevar los ingresos en un entorno en el que la demanda de este segmento se ha elevado e incluso revalorizado, explica Borja Escalada, CEO y presidente del comité ejecutivo de RLH Properties.
“La tarifa es la parte más compleja del negocio, empujarla a los niveles que se deben de encontrar y hallar la demanda requerida”, refiere.
Los resultados globales hablan de la efectividad de la labor de remodelación. Durante el tercer trimestre del año, la tarifa promedio fue 80% superior al mismo periodo de 2019 y 13% mayor respecto al año pasado. De manera similar, el ingreso por habitación disponible (o RevPAR, por su sigla en inglés) fue 62% mayor en comparación con 2019 y 19% en contraste con el año pasado.
Con ello, los ingresos de RLH Properties incrementaron 53% en el último trimestre en la comparativa interanual al alcanzar 2,055.5 millones de pesos, con un flujo operativo de 406.9 millones, 60% mayor en el mismo periodo.
Entre los complejos remodelados, los resultados de esta estrategia parecen evidentes. El complejo Fairmont, en el que se inyectaron poco más de 40 millones de dólares para obras de habitaciones, bares, lobby y club de playa, ha logrado un incremento de aproximadamente 50% en la tarifa promedio con una renovación de 70% del inventario ofertado, que busca cubrir la totalidad de las habitaciones.
Para Escalada, esta estrategia también ha funcionado para hacer frente a los costos, que se han elevado en meses recientes a partir de factores como la inflación –que ha incidido particularmente en los costos energéticos.
“Una parte pequeña [del alza de tarifas] es la inflación, pero en su mayoría es por la mejora de producto”, dice el directivo. “Trasladar a los huéspedes el valor que tiene lo que les estamos haciendo, más allá de las experiencias”.