Hace cinco años aún había una decena de autos por debajo de los 200,000 pesos: Volkswagen Gol, Ford Figo, Hyundai Grand i10, Fiat Uno, los Chevrolet Spark y Beat, Mitsubishi Marage, Suzuki Ignis, Renault Logan, Nissan March... Prácticamente todas las marcas tenían un vehículo pequeño y accesible en su catálogo. Algunos de estos modelos incluso costaban menos de 160,000 pesos, pero ahora la mitad de ellos fueron descontinuados y la otra mitad ha cruzado la barrera de los 200,000 pesos.
Hoy el modelo más barato ofertado en el mercado local es el Renault Kwid, un automóvil subcompacto cuya versión de entrada cuesta 215,900 pesos, de acuerdo con la página de internet de la compañía de origen francés.
Algunas versiones de entrada de un puñado de modelos rondan los 200,000 pesos, sin embargo, “de esos ya tampoco hay muchos”, dice Horacio Chávez, director general de KIA México. "Hoy el precio promedio de los vehículos (de volumen) está ya más cerca de los 300,000 pesos", añadió.
La consultora J.D. Power calcula que los precios de los autos nuevos acumulan un incremento de hasta 14.8% anual, el más alto observado en la última década, resultado de una inflación generalizada en las materias primas, a una disminución en la oferta debido a la escasez de chips y a que las armadoras están menos interesadas en vender modelos pequeños y asequibles.