El suministro de semiconductores para la fabricación de vehículos mejora de forma paulatina en el mundo. Esto alienta los pronósticos de las armadoras en México, que prevén ensamblar cerca de 3,526,690 unidades en 2023, lo que significará un aumento anual de 6.6% frente a 2022.
La producción automotriz en México ligaba cuatro años a la baja desde 2018, que se agudizó en medio del desabasto de chips que inició a finales de 2020, tras haberse priorizado la fabricación de dispositivos electrónicos como celulares, tablets y laptops.
La tendencia se revirtió este año y se espera continuar con números positivos en 2023. No obstante, el ensamble de la mayoría de los modelos aún dependerá de chips de manufactura asiática.
Si bien, Estados Unidos ha emprendido esfuerzos para ampliar la fabricación de semiconductores y con ello, satisfacer las necesidades de Norteamérica, la industria mexicana aún no podrá gozar de estos componentes, puesto que se seguirán importándose, según las perspectivas de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).