Esta cifra ha renovado las críticas a la industria petrolera y ha suscitado llamados para que más países impongan a las empresas impuestos sobre los beneficios extraordinarios.
Los resultados de Exxon XOM.N superan con creces el beneficio neto récord de 45,200 millones de dólares que registró en 2008, cuando el crudo alcanzó los 142 dólares por barril, un 30% por encima del precio medio del año pasado. Los profundos recortes de costos durante la pandemia ayudaron a sobrealimentar los beneficios del año pasado.
"En conjunto, los beneficios y el flujo de caja aumentaron de manera considerable de un año a otro", declaró a Reuters Kathryn Mikells, directora financiera de Exxon. "Esto se debe realmente a una combinación de mercados fuertes, gran producción y un buen control de costos".
Exxon dijo que sus beneficios del cuarto trimestre se vieron afectados en 1,300 millones de dólares por un impuesto extraordinario de la Unión Europea que comenzó a aplicarse en el último trimestre y por el deterioro de activos. La empresa demandó a la UE alegando que el impuesto excede sus competencias legales.