En 2021 las exportaciones de crudo Istmo apenas representaban el 14% de las envíos totales de la compañía, para el año pasado este porcentaje subió a 30%.
La estatal retomó las exportaciones de crudo Istmo a finales de 2019, después de haberlas suspendido por más de un año durante el gobierno pasado cuando se optó por reservar este petróleo para las refinerías de la compañía. Utilizarlo implicaba obtener más productos de alto valor como gasolinas y menos productos, como combustóleo, que suelen venderse a un menor precio en el mercado.
Pero los últimos datos de la compañía confirman que la tendencia comienza a ser distinta: Pemex está reservando el petróleo Maya –o pesado– para el uso doméstico y enviando en mayor medida el crudo Istmo al extranjero.
"El crudo ligero no lo pueden tomar porque es muy caro, es más caro que el crudo que están comprando para alimentar en este momento las refinerías", dice una fuente de la compañía. Pemex también está optando por ocupar una mezcla de combustóleo y condensados –un hidrocarburo cuya producción está creciendo de manera acelerada– para alimentar su sistema de refinación y entonces eso genera que baje su demanda de petróleo.
Las exportaciones de crudo Istmo se pagaron a un promedio de 92 dólares por barril, frente a los 88 dólares por barril en que se vendió el crudo Maya, que es mucho más alto en concentración de azufre y menos atractivo en la industria.
Y, aunque la administración ha hablado de reducir los envíos a extranjero para priorizar el mercado local, las cifras hablan de una disminución menor en las transacciones. Pemex promedió en el año exportaciones por 953,000 barriles diarios, una baja de 7% respecto a un año antes.
Pemex aún no da a conocer el ritmo en que trabajaron sus refinerías durante el último mes del año pasado, pero las cifras publicadas el viernes indican un aumento importante en la producción de gasolinas. La estatal promedió en el año una producción de 670,000 barriles diarios de gasolina, un aumento de 14% o alrededor de 95,000 barriles respecto a un año antes.
El utilizar una mezcla pesada en las refinerías ya ha traído algunos efectos a la compañía, que durante diciembre produjo de nueva cuenta más combustóleo que gasolinas, una tendencia que abandonó por un par de meses durante el año.
Pese al incremento en la producción de gasolinas, la administración de la petrolera ya ha confirmado que no cumplirá con su meta de terminar con las importaciones de combustibles antes de que termine el sexenio.