“Las empresas han estado presentes para México en el transcurso de los últimos tres años por la pandemia, ya sea brindando empleos, apoyando a las personas en sus necesidades familiares, etcétera. El gobierno mexicano no se comportó como muchos otros países, gobiernos de todo el mundo, en términos de protección de la salud”, dice Matthew Harrington, presidente global de Edelman.
Pero a medida que las empresas se perciben como las instituciones más confiables, las expectativas de los mexicanos hacia los CEO también crecen, esperando que tomen acción ante problemáticas sociales como el cambio climático, la discriminación, el desempleo y la inflación.
Expansión (E): En su análisis global, México se considera un país en peligro de polarización, debido a la desconfianza en el gobierno, ¿cuál es el rol que debe desempeñar el CEO en este contexto?
Matthew Harrington (MH): El CEO es el abanderado de la empresa. Pero en los últimos años, eso significa incluir los temas sociales. Creo que la gran distinción para los directores es que no necesitan involucrarse en todos los problemas sociales, sino en los que son importantes para sus empleados y clientes. En Estados Unidos, vemos mucho activismo de los directores en torno a los problemas de salud de las mujeres, la seguridad de las armas y los problemas que están muy cerca de casa.
E: ¿Es conveniente que un CEO se involucre en polémicas?
MH: Tiene que ser muy cuidadoso. Un tema polémico tanto para México como para Estados Unidos es el derecho al voto. No todos los CEO se sienten cómodos hablando de eso, pero hay varios directores que se preocupan profundamente por los derechos del voto como una parte importante de ser ciudadanos. Trabajan con organizaciones sin fines de lucro y con grupos comunitarios sobre el acceso al voto y se mantienen alejados de los aspectos políticos del tema.
E: ¿Hay algún un riesgo en que un CEO participe activamente en temas de interés general o problemas sociales?
MH: El mayor riesgo es que alienen a una parte de su base de accionistas, que alienen a un conjunto de clientes. El segundo mayor riesgo es que se crucen con el gobierno, y el gobierno legislaría en contra de un negocio que no está alineado a sus intereses. En el lado positivo, se les considera activamente comprometidos con la sociedad y se convierten en empleadores atractivos, en particular de la Generación Z.
E: ¿Cómo construye su estilo de liderazgo ante un mundo polarizado?
MH: Trato de ser muy consciente del hecho de que vivimos en un mundo polarizado y que en nuestra fuerza laboral, la mitad tiene una opinión diferente a la otra mitad. Veo que mi papel de liderazgo es unir a todos. Encuentro los puntos en común de valores e intereses. Implica una comunicación y un diálogo. Crear un entorno en el que haya una conversación continua es una gran parte de lo que el liderazgo debe hacer hoy.
E: ¿Qué actividades realiza para ser un líder confiable?
MH: Leo muchas publicaciones de negocios, los boletines matutinos. Miro a los colegas más jóvenes para que me digan en qué se están involucrando, a quién están escuchando, para que pueda entender cuál es su enfoque y cuál es la tendencia en su mundo porque tengo que entender eso como líder y como consejero del cliente.
Para mí, siempre se ha tratado de escuchar primero, de entender de dónde viene la gente, qué les preocupa y qué problemas están tratando de resolver. Si entiendo y sé de dónde viene alguien, espero que así sea, me va a dar la confianza para servirle como asesor o líder.
E: ¿Cuál es la importancia de la reputación en contextos de polarización?
MH: Creo que la reputación es todo lo que hiciste para ganar la confianza, que a su vez determina cómo te ven hoy y es la licencia para operar en el futuro. Para mí, todo está enraizado en valores y pienso que una organización que es fuerte en sus valores puede ser fiel a todos sus grupos de interés y predicar lo que hace.
E: ¿Cómo la confianza en el CEO impacta en los resultados de negocio?
MH: El rendimiento financiero aparece cuando la empresa ha generado confianza en su base de clientes, sea cual sea la forma en que se muestre. En las puntuaciones de tus empleados, en que te recomienden como empleador, en cómo el mundo percibe a la empresa. Si se rompe la confianza, pierde a sus empleados y a sus clientes. Así que creo que la confianza está envuelta en todo el éxito de una empresa.