Desde enero se han producido seis incursiones graves en pista que llevaron a la agencia a convocar a una cumbre sobre seguridad la semana pasada.
“Los operadores deben evaluar la información recopilada a través de sus procesos de gestión de la seguridad, identificar los peligros, aumentar y mejorar las comunicaciones de seguridad con los empleados y promulgar medidas paliativas”, indicó la alerta.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) está investigando una serie de incidentes graves, como la casi colisión entre aviones de FedEx y Southwest Airlines en Austin, Texas, registrada en enero, cuando los aviones estuvieron a menos de 30 metros el uno del otro.
También una incursión en la pista del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York en la que se vio implicado un avión de American Airlines.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, declaró la semana pasada que Estados Unidos no puede esperar a que se produzca el próximo “suceso catastrófico” para abordar el aumento de los accidentes de aviación.