“Tenemos proyectado que [el subsidio] vaya reduciéndose gradualmente”, dijo Lozano Águila, que encabeza el proyecto desde mediados del año pasado. “Ha sido un proyecto sumamente doloroso. La organización que se está conformando no ha sido fácil”.
Se espera que el tramo de Cancún a Chetumal sea el más activo, con 40 viajes, seguido de la ruta Cancún-Mérida con 24 viajes y Cancún-Chichén Itzá, con 16 viajes.
El general agregó que, de los tres tipos de trenes –de servicio regular, de restaurante y de larga distancia–, 31 de la primera categoría se entregarán entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, mientras tres de larga distancia operarán entre junio y julio del próximo año, y ocho de restaurante entre noviembre y diciembre de 2024.
Maité Ramos, directora general de Alstom –empresa que construye los trenes en Ciudad Sahagún, Hidalgo–, dijo que el primer tren se entregará el próximo 8 de julio de acuerdo con el contrato firmado con el gobierno federal. A partir de entonces se empezará un proceso de pruebas dinámicas y estáticas.
“El tren que se probará es de diésel de cuatro coches. Son 15,000 kilómetros de pruebas durante seis meses. Va a estar listo para la puesta de operación, para el 1 de diciembre. Adicionalmente se irán recibiendo otros trenes”, dijo a Expansión.
¿Cómo será la carga en el Tren Maya?
Uno de los principales componentes del Tren Maya será el de carga, que tendrá una importancia tal que, a decir de Lozano Águila, es la unidad de negocio que hará rentable al proyecto, pero que comenzará a operarse a partir de septiembre de 2024.
“Originalmente el Tren Maya fue concebido sólo para pasajeros (…) Pero 1,554 kilómetros [de vía] sin pasajeros es un lujo que México no se puede dar”.
El director del Tren Maya espera que se transporte principalmente combustible, pues asegura que Pemex representa 80% de la carga en la Península de Yucatán. Además, espera mover otros insumos como cemento, granos, perecederos e incluso vehículos. Eventualmente espera operar de la mano del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que tiene su propio ferrocarril.
En una primera fase, se espera captar 2 millones de toneladas al año –equivalente a lo que transportó el Ferrocarril Coahuila Durango, de Peñoles, el año pasado–; en una segunda fase se espera llegar a 2.9 millones de toneladas, poco menos de lo que transportó Ferrovalle en 2021, y, en una fase de consolidación, se prevé mover 5.4 millones de toneladas al año, poco menos de una tercera parte de lo que mueven compañías como Ferrosur, de Grupo México.
A largo plazo, con una visión hacia 2053, Lozano Águila espera que el Tren Maya mueva 12.53 millones de toneladas anuales. Esto equivale a 20.4% de lo que Ferromex –la mayor ferroviaria del país por toneladas netas– movió en 2022.
El Tren Maya tendrá cuatro terminales multimodales, en Campeche, Progreso, Cancún y Chetumal, con la intención de conectar en el futuro hacia Centroamérica
Lozano Águila también informó que se trabajan en varios hoteles que serán construidos por la empresa del Tren Maya cerca de las estaciones y paraderos, que tendrán como objetivo posicionarse mediante el “prestigio compartido” del proyecto.
Los hoteles se construirán en Palenque, Edzná, Nuevo Uxmal, Chichén Itzá, Tulum y Calakmul.