De manera desagregada, los clientes del segmento de prepago –o de recargas–, desembolsaron en promedio 150.3 pesos, lo que implicó una caída de 8.3%. Mientras que en los planes de telefonía, los consumidores pagaron una media de 452.6 pesos, lo que significa un descenso de 8.4%.
El mercado mexicano es predominantemente de prepago: 82.1% de la población accede a servicios de conectividad bajo este esquema.
El año pasado el índice de la inflación se mantuvo al alza, provocando incrementos en los precios de la canasta básica. Esta situación llevó a los consumidores a ser más precavidos en sus gastos y buscar opciones más asequibles.
En este contexto, los llamados OMV se han convertido en la principal opción para disminuir el gasto en este tipo de servicios, al ofrecer tarifas más asequibles por más datos de navegación, respecto a los operadores de telecomunicaciones tradicionales.
Esta tendencia se ha notado desde el inicio de la pandemia. En 2022, los OMV ostentaban una participación de mercado del 2.1%, pero al primer trimestre de este año ya cuentan con 7.9% del pastel de la telefonía móvil.
Desacelera adopción de smartphones
La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares reveló que el año pasado el uso de teléfonos inteligentes desaceleró en el último año, pues su adopción registró un incremento de solo 0.7% puntos porcentuales, respecto al incremento de 2.1% registrado en 2021. Hoy, 94.6% de la población aseguró utilizar este tipo de dispositivo.
Gabriela González Salas, coordinadora general de planeación estratégica del Instituto Federal de Telecomunicaciones, explicó que la adopción de teléfonos inteligentes en México sigue siendo un reto especialmente por la barrera de los precios.
Según el índice de Desarrollo Digital Estatal 2022, elaborado por el Centro México Digital, los habitantes de Chiapas con menores ingresos llegan a desembolsar hasta 72% de sus ingresos para comprar un teléfono inteligente, mientras que en Oaxaca las personas invierten el 58%.
En este contexto, operadores como Telcel han señalado la necesidad de crear políticas públicas para subsidiar equipos de telefonía, así como los servicios de conectividad, a fin de abatir la brecha digital e incrementar el desarrollo de habilidades digitales.