Estos destinos formarán parte del repertorio de rutas que Mexicana de Aviación tendrá en la mira bajo el mando del Ejército. De los 24 destinos nacionales que tiene el AIFA, la aerolínea operará en 18, incluyendo las 10 rutas de mayor afluencia del aeropuerto.
La nueva aerolínea estatal tendrá un esquema que pelearía con el segmento low-cost –conformado por Viva Aerobus y Volaris– al menos en el precio de los vuelos, que sería entre 18% y 20% más baratos que los comerciales, debido al bajo costo de la Tarifa de Uso de Aeropuerto del AIFA, así como al uso de las capacidades del Ejército mexicano para operar la aerolínea, lo que disminuiría algunos costos de operación y administrativos.
La aerolínea también pondrá sobre la mesa esquemas poco usuales en el mercado, como vuelos de una sola cabina, lo que implica que solo habría asientos de categoría turista sin otra clase preferencial.
Para Brian Rodríguez, analista de Monex Grupo Financiero, la nueva aerolínea creará dos fenómenos en el AIFA: le "arrebatará" a las otras aerolíneas una parte de los pasajeros que han ganado en el aeropuerto, pero también hay potencial de generar un nuevo mercado para que gente que actualmente no usa el avión pueda comenzar a utilizarlo.
“Un factor es el target al que va enfocado esta aerolínea. Habrá que evaluar si la empresa logra consolidarse como una de bajo costo, pero la intención es que sea de bajo precio. Cuando hay un competidor nuevo empieza a ajustarse el mercado”, explica.
Las rutas iniciales de Mexicana de Aviación también muestran un modelo más orientado a los vuelos vacacionales y de grandes volúmenes, y no sólo regional, que inicialmente se había visto como el principal mercado para la aerolínea.
De hecho, Mexicana de Aviación prevé operar más vuelos a ciudades como Apodaca, Tulum, Ciudad Ixtepec, Ciudad Victoria y Nuevo Laredo, pero esto requerirá de adecuaciones a los aeropuertos para que puedan recibir los aviones 737-800 con los cuales operará Mexicana de Aviación, pues anteriormente habían recibido equipos más pequeños como los modelos ATR de Aeromar, que dejó de volar a inicios de año, así como los equipos Embraer operador por Aeroméxico Connect y TAR Aerolíneas.
Mientras Mexicana de Aviación crece en el AIFA mediante los destinos más rentables, los precios podrían disminuir como producto de una guerra tarifaria. Para las aerolíneas, esto implicaría que la ventana de rentabilidad se reduzca, por lo que algunos destinos o frecuencias podrían quedarse en el camino.
“No vemos mucho margen de maniobra en las tarifas porque hay costos muy volátiles, como el combustible”, advierte Rodríguez. “Si comienzan a perder cierto mercado tienen que ver qué tanto les va a costar mantenerse operativas”.