Los analistas esperaban una caída de al menos 50,000 barriles diarios, pero las cifras de Pemex y del regulador dan cuenta de una disminución menos pronunciada. Una fuente al interior de la petrolera explicó que la administración de la estatal optó por aumentar la extracción de crudo desde otros campos para subsanar las pérdidas.
En su última conferencia con analistas, la administración de Pemex dijo que hasta finales de julio se había recuperado el 98% de la producción de petróleo. El primer día después del incidente la estatal había reportado una pérdida de hasta 700,000 barriles que fue recuperada en los siguientes días. Los reportes internos de Pemex indicaban una caída de poco menos de 450,000 barriles el día del accidente, que se suscitó en las primeras horas del 7 de julio, focalizado en el activo Ku Maloob Zaap, que limita al noroeste con Cantarell.
Ahora, en un conteo mensual, los números del regulador indican una baja importante en Ku Maloob Zaap –el mayor activo productor de Pemex–, hasta el punto de registrar la producción más baja al menos desde 2010. Los tres campos produjeron en julio 495,000 barriles diarios, una disminución mensual de 5% o poco más de 23,000 barriles diarios. La caída se dio principalmente en el campo Zaap, que perdió alrededor de 20,000 barriles diarios de producción.
El activo ya registraba una racha de bajas continuas en la extracción de crudo, pero este último número da cuenta de una disminución aún más notable que podría deberse, en parte, al cierre de instalaciones relacionadas al campo para evitar que se propagara el fuego.
El reporte del regulador también da cuenta de una baja importante en la producción de los siete campos que conforman el activo Cantarell. El número de barriles extraídos desde Cantarell disminuyó en 27% –equivalente a alrededor de 19,000 barriles de petróleo–, principalmente en campos como Akal y Chac.
Los analistas entrevistados coinciden en que el incendio de julio pasado sí modificó la dinámica de producción de Pemex en los activos de Ku Maloob Zaap y en Cantarell, pero que la caída no se puede atribuir en su totalidad al incendio de julio pasado. Sobre todo en el primer caso, en donde los campos han mostrado una declinación continúa en los últimos años.