ExxonMobil dijo que la compra, la más importante de la compañía desde que Exxon adquirió Mobil a fines de la década de 1990, redundará en mayores economías de escala, al permitirle desplegar tecnologías de perforación y operación en una región más grande.
"Las capacidades combinadas de nuestras dos empresas otorgarán una creación de valor a largo plazo muy superior a lo que cualquiera de las dos empresas es capaz de hacer de forma independiente", dijo el director ejecutivo de ExxonMobil, Darren Woods.
La superficie de perforación "extremadamente contigua" de las dos compañías permitirá "mayores oportunidades para implementar nuestras tecnologías, brindando eficiencia operativa y de capital, así como un aumento significativo de la producción", añadió Woods.
La Cuenca Pérmica, ubicada en el oeste de Texas y el este de Nuevo México, representa 5.8 millones de barriles de petróleo por día, un 45% de la producción estadounidense aproximadamente.
El resurgimiento
La región tiene una larga historia, y los primeros pozos datan de 1920. La cuenca creció durante el auge energético de la década de 1970 antes de experimentar un declive constante en las décadas siguientes.
El auge del esquisto en Estados Unidos en la década de 2010 revivió la zona, con fracking y nuevas técnicas de perforación que hacen que el desarrollo sea más asequible.
Tanto ExxonMobil como Chevron, el gigante petrolero estadounidense, han invertido mucho en la región en los últimos años.
Con la superficie de Pioneer, ExxonMobil podrá perforar pozos de hasta 6.5 kilómetros de longitud, lo que aumentará la eficiencia, según el gigante petrolero, y le permitiría producir por menos de 35 dólares el barril.
La compra se produce cuando los precios del petróleo se ubican en más de 85 dólares el barril, un punto de referencia histórico relativamente alto.