“Taxco es un lugar fabuloso, que tiene una historia y un bagaje cultural increíble relacionado con la creación de joyas; sin embargo, en un punto específico visualizo que necesita una evolución y un cambio, y me gustaría ser parte de él”, declara.
La primera colección completa de Espinosa salió al mercado en 2019 y dos años después, cortó el listón de la que sería su primera tienda en México. Parte de la inversión para esta primera tienda fue con inversión de privados, modelo de negocio que ha mantenido a lo largo de los años.
El proyecto para abrir esta primera tienda inició a partir de que tres hermanas vendían la joyería en la sala de su casa, hasta que lograron instalarse en un local en el área comercial del Hotel Intercontinental en Puebla, a partir de la cuál se diseñó el concepto para las franquicias, que se han convertido en el motor de la expansión de las boutiques.
En la actualidad, la casa joyera tiene alrededor de 16 boutiques en diferentes estados del país, como Acapulco, Chihuahua, León. Además tiene espacios en aeropuertos y corners dentro de tiendas departamentales como Palacio de Hierro.
Ahora, con un mix de tiendas propias y franquiciadas, el paso del emprendedor es la incursión de su marca en tiendas departamentales como Liverpool, que para Espinosa es una oportunidad para darle un impulso a su proyecto. “Les interesa el mundo de lujo accesible y por eso hemos llegado a esta negociación. Iniciamos con la Ciudad de México, en las sucursales de Perisur y en Insurgentes”
La entrada a nivel internacional
Espinosa cuenta que para cada mercado utiliza materiales diferentes, aunque la esencia de su marca es el uso de la plata como metal principal, o dependiendo de la intención de la joya, por ejemplo los anillos de compromiso que se elaboran con oro, mientras que piezas más llamativas se crean en bronce con baño de oro se utilizan otros materiales.
“El material es lo menos importante dentro del mundo de la creatividad en la joyería. En realidad es el resultado final y la sensación que genera en la persona al utilizar la joya”, explica. “El reto es encontrar el nicho que te funcione”.
Con las colecciones armadas y a través de presencia en ferias internacionales, Daniel Espinosa ha logrado conectar sus colecciones en países como Italia, España y París.
Espinosa detalla que la participación de sus colecciones en estas ferias le ha abierto las puertas para que tiendas multimarca consideren su trabajo dentro de la oferta internacional.
Para el empresario, el éxito de sus piezas en el extranjero es el resultado de la creatividad, además que el mercado se ha ido perfeccionado y si bien suelen adquirirse como un regalo para alguna ocasión especial, el uso se ha ido sofisticando hacia el consumo de moda, que es el grueso de los clientes de la casa joyera.
Hasta ahora, el mercado internacional es apenas el 25% de las ventas consolidadas de la casa joyera, mientras que el resto de las ventas se realiza en el mercado local. Las ventas suelen aumentar en torno al 10% en su comparación anual.
Esta valorización de las piezas de joyería más allá de las ocasiones especiales es para Espinosa el impulsor del mercado, que mantiene cautivo a través del diseño, pequeños cambios en las colecciones clásicas. Y desde su perspectiva, esta es la característica que dará dinamismo al mercado en el largo plazo.
En México, el mercado de la joyería alcanzará ingresos por 1,920 millones de dólares este año, con un crecimiento anual compuesto de 3,93% hacia 2028, según proyecciones de la consultora Statista.
La consultora estima que el ingreso per cápita en México para este sector será de 14.80 dólares, con una creciente demanda de diseños y artesanías tradicionales mexicanos.