El papel de los condensados en las cifras de Pemex
La cifra que reporta Pemex muestra un comportamiento distinto si se toman en cuenta los condensados, un tipo de hidrocarburo muy ligero que Pemex extrae algunos de sus campos más importantes, como Quesqui e Ixachi. Así, en total la petrolera terminó el año con una producción promedio de 1.855 millones de barriles diarios, un aumento de 5.1% o de 91,000 barriles respecto al año pasado.
Entre los analistas hay una división entre si los condensados deben incluirse o no en el reporte total de producción de la petrolera, porque estos también pueden venderse en el mercado de exportación o utilizarse en alguna de las mezclas de crudo que comercializa o utiliza la estatal.
Los condensados se han convertido en un hidrocarburo muy importante para la compañía, que ha mantenido la cifra de producción que reporta. En 2018 –antes del inicio del sexenio obradorista– estos sólo representaban el 1% de la producción total. El año pasado representaron más del 15%.
Autosuficiencia energética: una meta lejana
Aunque se tome en cuenta la producción conjunta entre crudos y condensados, la estatal se mantiene lejos de la meta planteada desde el gobierno federal para el final del sexenio obradorista. El objetivo de producción se ha reducido desde 2.6 millones de barriles –anunciado al inicio del sexenio– a 2 millones de barriles al día.
Pero pese a los ajustes a la baja, Pemex se mantiene lejos de la producción prometida y los analistas ya han adelantado que le será complicado llegar a la meta. La compañía no ha hallado nuevos grandes descubrimientos de petróleo, algunos grandes proyectos –como el campo Zama– comenzarán a producir una vez terminado el sexenio y Hacienda redujo el presupuesto de la estatal petrolera para el último año presidencial.
Como ejemplo, Pemex Exploración y Producción –la filial que se dedica a la extracción de petróleo– recibirá para este año un presupuesto de 481,464 millones de pesos, una baja de más de 21% respecto a lo que le fue otorgado en 2023.