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El auge de los autos eléctricos en Brasil reta el liderazgo automotriz de México

Brasil está emergiendo como un líder regional en la producción y la adopción de vehículos eléctricos, desafiando la posición de México y atrayendo inversiones significativas en el sector.
mié 07 febrero 2024 11:32 AM
El auge de los vehículos eléctricos en Brasil reta el liderazgo automotriz de México
Las políticas gubernamentales favorables y los estímulos para la producción local están fortaleciendo aún más el atractivo de Brasil para los fabricantes de automóviles chinos.

Brasil ha emergido como un actor destacado en la carrera hacia la electromovilidad, captando una atención significativa de inversionistas y marcando un ritmo acelerado en la transición hacia vehículos eléctricos en la región. Esta tendencia desafía la posición tradicional de México como líder en la producción automotriz en América Latina y da forma a una competencia renovada entre estas dos economías clave.

Mientras que México ha sido durante mucho tiempo un centro de producción automotriz, con una cadena de valor altamente integrada y una fuerte orientación hacia la exportación a Estados Unidos, Brasil está demostrando su capacidad para atraer inversiones en el emergente sector de vehículos eléctricos.

Empresas como BYD, Great Wall Motor y General Motors han anunciado inversiones significativas en Brasil para establecer plantas de fabricación de vehículos eléctricos, aprovechando no solo su mano de obra calificada y su infraestructura industrial, sino también su creciente mercado interno.

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Brasil o México: quién es quién en la producción de autos

Hoy México se destaca como el séptimo productor más grande de automóviles a nivel mundial, con una impresionante cifra de 3.5 millones de unidades, según datos recientes de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA) hasta 2022. No obstante, Brasil sigue de cerca en el octavo lugar con 2.3 millones de unidades producidas. La posición en este ranking dependerá en gran medida de la capacidad de cada economía para atraer inversiones que aseguren una producción futura sostenible y competitiva en el mercado automotriz global.

A diferencia de México, cuya cadena de valor está más centrada en la exportación a Estados Unidos, Brasil ha diversificado sus relaciones comerciales y se ha convertido en un socio estratégico para China, lo que ha contribuido a su atractivo como destino de inversiones en vehículos eléctricos.

El ascenso de Brasil como líder en la fabricación y exportación de automóviles dentro del Mercosur ha sido notable desde la implementación de las reglas de libre comercio en 1995. Su posición privilegiada ha atraído la atención de diversas marcas, especialmente las chinas especializadas en vehículos eléctricos, que han reconocido el potencial del mercado brasileño. Este interés se fundamenta en la combinación de un mercado robusto y en constante crecimiento, junto con la ventaja estratégica que Brasil ofrece como puerta de entrada hacia otras economías de la región.

"El principal socio comercial de Brasil es China. Por lo tanto, tiene sentido dirigir las inversiones hacia allá y producir automóviles para América Latina en Brasil, mientras que en México puede no ser tan prioritario debido a su fuerte vínculo con el T-MEC", señala César Salazar, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas en una entrevista con Expansión.

Uno de los factores económicos que influyen en esta dinámica es la política de estímulos de Estados Unidos a los autos fabricados localmente, que beneficia principalmente a los modelos eléctricos fabricados en México y Canadá. Esta situación hace que Brasil se presente como un destino más atractivo para producir vehículos eléctricos para los mercados sudamericanos.

Además, las políticas gubernamentales favorables y los estímulos para la producción local están fortaleciendo aún más el atractivo de Brasil para los fabricantes de automóviles que buscan expandir su presencia en el mercado de vehículos eléctricos en América Latina.

Great Wall Motor adquirió una fábrica de Daimler hace dos años y se comprometió a realizar inversiones hasta 2032. Por su parte, BYD anunció una inversión de más de 620 millones de dólares para establecer una planta de fabricación de vehículos eléctricos, marcando su primera incursión fuera de Asia en julio de 2023.

En enero pasado, General Motors hizo público su plan de inversión de 1,400 millones de dólares en Brasil hasta 2028, con el objetivo de impulsar la movilidad sostenible. Aunque no proporcionó una fecha concreta para el inicio de la producción de vehículos eléctricos o híbridos, indicó que esto dependerá de la evolución del mercado local.

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Un mercado interno atractivo

El mercado automotriz brasileño ha surgido como líder en la región, superando a su contraparte mexicana. Mientras que Brasil registra ventas de más de dos millones de vehículos al año, México se sitúa en un rango entre 1.3 y 1.4 millones de unidades anuales.

Esta situación hace que Brasil se presente como un destino más atractivo para las marcas chinas, que ofrecer productos más accesibles y adaptados a las necesidades de la región, en contraste con los enfoques de los fabricantes estadounidenses y europeos que priorizan modelos grandes y lujosos.

Además, en el ámbito de las inversiones orientadas hacia la sostenibilidad, Brasil también supera a México. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) destaca que Brasil se posiciona por delante de México en términos de inversiones en energías limpias y vehículos eléctricos.

Según el Informe Mundial de Inversiones 2023 "Invertir en energía sostenible para todos", Brasil ocupó el quinto lugar en inversión y número de acuerdos internacionales de financiación de proyectos de este tipo, alcanzando los 86,000 millones de dólares, mientras que México se ubicó en el undécimo lugar con 35,000 millones de dólares.

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