Brasil o México: quién es quién en la producción de autos
Hoy México se destaca como el séptimo productor más grande de automóviles a nivel mundial, con una impresionante cifra de 3.5 millones de unidades, según datos recientes de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA) hasta 2022. No obstante, Brasil sigue de cerca en el octavo lugar con 2.3 millones de unidades producidas. La posición en este ranking dependerá en gran medida de la capacidad de cada economía para atraer inversiones que aseguren una producción futura sostenible y competitiva en el mercado automotriz global.
A diferencia de México, cuya cadena de valor está más centrada en la exportación a Estados Unidos, Brasil ha diversificado sus relaciones comerciales y se ha convertido en un socio estratégico para China, lo que ha contribuido a su atractivo como destino de inversiones en vehículos eléctricos.
El ascenso de Brasil como líder en la fabricación y exportación de automóviles dentro del Mercosur ha sido notable desde la implementación de las reglas de libre comercio en 1995. Su posición privilegiada ha atraído la atención de diversas marcas, especialmente las chinas especializadas en vehículos eléctricos, que han reconocido el potencial del mercado brasileño. Este interés se fundamenta en la combinación de un mercado robusto y en constante crecimiento, junto con la ventaja estratégica que Brasil ofrece como puerta de entrada hacia otras economías de la región.
"El principal socio comercial de Brasil es China. Por lo tanto, tiene sentido dirigir las inversiones hacia allá y producir automóviles para América Latina en Brasil, mientras que en México puede no ser tan prioritario debido a su fuerte vínculo con el T-MEC", señala César Salazar, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas en una entrevista con Expansión.
Uno de los factores económicos que influyen en esta dinámica es la política de estímulos de Estados Unidos a los autos fabricados localmente, que beneficia principalmente a los modelos eléctricos fabricados en México y Canadá. Esta situación hace que Brasil se presente como un destino más atractivo para producir vehículos eléctricos para los mercados sudamericanos.
Además, las políticas gubernamentales favorables y los estímulos para la producción local están fortaleciendo aún más el atractivo de Brasil para los fabricantes de automóviles que buscan expandir su presencia en el mercado de vehículos eléctricos en América Latina.
Great Wall Motor adquirió una fábrica de Daimler hace dos años y se comprometió a realizar inversiones hasta 2032. Por su parte, BYD anunció una inversión de más de 620 millones de dólares para establecer una planta de fabricación de vehículos eléctricos, marcando su primera incursión fuera de Asia en julio de 2023.
En enero pasado, General Motors hizo público su plan de inversión de 1,400 millones de dólares en Brasil hasta 2028, con el objetivo de impulsar la movilidad sostenible. Aunque no proporcionó una fecha concreta para el inicio de la producción de vehículos eléctricos o híbridos, indicó que esto dependerá de la evolución del mercado local.