Las negociaciones han llegado a su fin. El gobierno y la española Iberdrola cerraron este lunes la venta de 13 de las plantas que la compañía privada tenía en el país a un fondo administrado por el Estado mexicano, según un anuncio que envió la energética a la Comisión Nacional de Mercado de Valores de España.
El acuerdo llegó a su fin 10 meses después de su anuncio y después de que el organismo antimonopolios, la Comisión Federal de Competencia Económica, aprobó la operación con algunas condicionantes.
Iberdrola habría recibido un pago por 6,200 millones de dólares, según la información que se ha hecho pública y así habría cedido alrededor del 55% de su filial en el país.