1. Marcas chinas
Recientemente, Estados Unidos anunció la apertura de una investigación para evaluar si las importaciones de vehículos chinos representan un riesgo para su seguridad nacional, lo que podría desencadenar posibles restricciones. En medio de un contexto político electoral, algunos expertos advierten que este escenario podría repetirse.
"Uno de los puntos que ha emergido en el debate político en Estados Unidos es la preocupación de que, a través de México, pueda haber un riesgo potencial de desvío de inversiones en manufactura china, aprovechando las ventajas del T-MEC, lo que podría resultar en una competencia directa con la producción estadounidense, afectando el empleo, los salarios y los beneficios en dicho país. Esto cobra relevancia en el marco de la campaña electoral", señala Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Marcas como BYD, Chirey y GWM han incursionado en México, expresando su interés no solo en conquistar el mercado local, sino también en establecer la producción de vehículos destinados principalmente a la exportación.
Hasta ahora, solo JAC, de origen chino, ha comenzado a ensamblar vehículos en México, pero su producción está orientada principalmente al mercado local y no se exporta a otros países.
Aunque la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) defiende que no hay ningún vehículo ensamblado en México por marcas chinas llegando al mercado estadounidense, existe una preocupación en la Casa Blanca sobre la posibilidad de que los fabricantes chinos utilicen México como un trampolín para ingresar a su mercado local, aprovechando las ventajas arancelarias proporcionadas por el T-MEC.
2. Reglas de Origen
Según Odracir Barquera, director de la AMIA, el T-MEC es uno de los acuerdos comerciales más rigurosos en cuanto a la integración del Valor de Contenido Regional requerido para los vehículos fabricados en la región, establecido en un 75%.
En diciembre de 2022, se logró resolver un Panel de Solución de Controversias solicitado por México, con un fallo a favor de la interpretación de México y Canadá frente a la de Estados Unidos. Sin embargo, hasta la fecha, esta resolución no ha sido implementada ni cumplida.
Este año, la USTR (Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos) debe presentar un informe bianual sobre el tema, para el cual se ha abierto un período de recepción de comentarios. La AMIA ha participado activamente en este proceso. Por otro lado, la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos ya ha emitido un informe en 2023, y se espera que presente otro en 2025.
"La AMIA ha enviado comentarios públicos en los que esencialmente solicitamos la implementación de la resolución del panel sobre las reglas de origen automotriz", dice Barquera. Según el director de la AMIA, esto es de suma importancia para asegurar la certidumbre del tratado y promover un ambiente propicio para la inversión en México, Estados Unidos y Canadá.