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Temas que preocupan al sector automotriz de cara a próxima revisión del T-MEC

Desde autos chinos hasta acero y aluminio. La revisión del principal acuerdo comercial que tiene México ya está cerca.
mié 06 marzo 2024 07:10 PM
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El T-MEC es uno de los acuerdos comerciales más rigurosos en cuanto a la integración del Valor de Contenido Regional requerido para los vehículos fabricados en la región, establecido en un 75%.

Cerca del 70% de los vehículos producidos en México se exportan a Estados Unidos, aprovechando los beneficios arancelarios otorgados por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aunque la revisión del tratado está prevista para 2026, el sector ya ha señalado áreas críticas en las que el país debe concentrarse para salvaguardar sus intereses.

Las reglas de origen, que establecen la cantidad de piezas que deben ser fabricadas en la región para que un auto pueda ser considerado bajo el acuerdo entre los tres países socios, junto con la entrada de nuevas marcas chinas interesadas en instalar fábricas en México, plantean un panorama complicado que no ha sido bien recibido por Estados Unidos.

Todo esto ocurre de cara a elecciones presidenciales, tanto en México como en Estados Unidos, lo que exacerba un discurso proteccionista por parte del gobierno estadounidense, en un intento de ganar apoyo ante lo que se percibe como un endurecimiento de la postura comercial con su vecino del sur.

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1. Marcas chinas

Recientemente, Estados Unidos anunció la apertura de una investigación para evaluar si las importaciones de vehículos chinos representan un riesgo para su seguridad nacional, lo que podría desencadenar posibles restricciones. En medio de un contexto político electoral, algunos expertos advierten que este escenario podría repetirse.

"Uno de los puntos que ha emergido en el debate político en Estados Unidos es la preocupación de que, a través de México, pueda haber un riesgo potencial de desvío de inversiones en manufactura china, aprovechando las ventajas del T-MEC, lo que podría resultar en una competencia directa con la producción estadounidense, afectando el empleo, los salarios y los beneficios en dicho país. Esto cobra relevancia en el marco de la campaña electoral", señala Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

Marcas como BYD, Chirey y GWM han incursionado en México, expresando su interés no solo en conquistar el mercado local, sino también en establecer la producción de vehículos destinados principalmente a la exportación.

Hasta ahora, solo JAC, de origen chino, ha comenzado a ensamblar vehículos en México, pero su producción está orientada principalmente al mercado local y no se exporta a otros países.

Aunque la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) defiende que no hay ningún vehículo ensamblado en México por marcas chinas llegando al mercado estadounidense, existe una preocupación en la Casa Blanca sobre la posibilidad de que los fabricantes chinos utilicen México como un trampolín para ingresar a su mercado local, aprovechando las ventajas arancelarias proporcionadas por el T-MEC.

2. Reglas de Origen

Según Odracir Barquera, director de la AMIA, el T-MEC es uno de los acuerdos comerciales más rigurosos en cuanto a la integración del Valor de Contenido Regional requerido para los vehículos fabricados en la región, establecido en un 75%.

En diciembre de 2022, se logró resolver un Panel de Solución de Controversias solicitado por México, con un fallo a favor de la interpretación de México y Canadá frente a la de Estados Unidos. Sin embargo, hasta la fecha, esta resolución no ha sido implementada ni cumplida.

Este año, la USTR (Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos) debe presentar un informe bianual sobre el tema, para el cual se ha abierto un período de recepción de comentarios. La AMIA ha participado activamente en este proceso. Por otro lado, la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos ya ha emitido un informe en 2023, y se espera que presente otro en 2025.

"La AMIA ha enviado comentarios públicos en los que esencialmente solicitamos la implementación de la resolución del panel sobre las reglas de origen automotriz", dice Barquera. Según el director de la AMIA, esto es de suma importancia para asegurar la certidumbre del tratado y promover un ambiente propicio para la inversión en México, Estados Unidos y Canadá.

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El representante de los fabricantes de vehículos espera que Estados Unidos cumpla con la resolución obtenida, con el objetivo de fortalecer aún más el tratado en la región. "Es vital contar con esta certidumbre en los instrumentos legales disponibles para que la próxima era de la electromovilidad sea aún más exitosa para la región", añade.

3. Acero y aluminio

En las últimas semanas, Estados Unidos y México han experimentado una serie de discrepancias relacionadas con las importaciones y exportaciones de acero y aluminio. Estos desacuerdos han resultado en diálogos entre la Secretaría de Economía y la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR).

Esta situación ha llevado a la creación de fracciones arancelarias con el objetivo de buscar una mayor armonización, y a la actualización de otras. Sin embargo, históricamente, este tema ha sido delicado y ha puesto de manifiesto la dependencia que se tiene de China, como proveedor de este insumo, desde hace varios años.

Armando Cortés, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA) enfatiza la necesidad de una mayor coordinación en América del Norte para reducir la dependencia de la importación de ciertos componentes y productos que no se producen en la región.

"Existen numerosos tipos de acero necesarios en la industria de autopartes que no se pueden adquirir en América del Norte debido a la falta de producción regional. Por lo tanto, uno de los principales desafíos consiste en fomentar la inversión en proyectos de acero y aluminio que puedan establecerse en México o en la región, lo que nos permitiría sustituir las importaciones de otros países. Ese es el desafío", menciona el representante de los fabricantes de autopartes.

Los especialistas consultados coinciden en que el desarrollo de estos tres puntos sería fundamental para garantizar el bienestar del T-MEC.

"El T-MEC es el tratado más riguroso del mundo en cuanto al intercambio comercial relacionado con la industria automotriz y es el marco legal bajo el cual se llevan a cabo estas operaciones de intercambio. Por lo tanto, siempre y cuando se cumplan todos los requisitos establecidos en este tratado, no habría razón para que ningún país rechace la producción de los otros dos países", concluye Cortés.

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