Estados Unidos se encuentra abriendo una investigación para determinar si las importaciones de vehículos chinos suponen riesgos para la seguridad nacional, por lo que podría imponer restricciones debido a la preocupación por la tecnología de los autos "conectados", de acuerdo con la Casa Blanca.
La investigación efectuada por parte del Departamento de Comercio estadounidense es considerada "necesaria" porque los vehículos "recogen grandes cantidades de datos sensibles sobre sus conductores y pasajeros (y) utilizan regularmente sus cámaras y sensores para registrar información detallada sobre las infraestructuras estadounidenses", añadió.