El académico destaca que otro de los comunes denominadores es la incapacidad de las compañías para adaptarse a los cambios del mercado, o la regulación. Como pasó durante el Covid-19, muchas empresas no tuvieron la capacidad de transformar sus operaciones para volcarlas hacia los canales digitales, lo que las coloca en una situación compleja respecto a su competitividad.
“Muchas empresas del sector enfrentan la falta de adaptación efectiva a los canales digitales, como el ecommerce, y esto es debido a que la transición requiere, invariablemente, una inversión significativa en tecnología, logística y marketing digital, y hay empresas que no logran integrar estas áreas de manera eficiente y, como consecuencia, enfrentan una disminución en las ventas y una pérdida de competitividad”, dice.
Revlon, Tupperware y Red Lobster: los casos en Estados Unidos
Situación en Estados Unidos En Estados Unidos, el Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota permite a las empresas reestructurar sus operaciones y deudas. Empresas icónicas como Revlon y Tupperware han recurrido a este mecanismo recientemente. Revlon, con una deuda de 3,500 millones de dólares, se declaró en bancarrota en junio de 2022 pero salió del proceso en mayo de 2023 tras entregar el control de la firma a los tenedores de deuda.
Tupperware, por otro lado, se declaró en quiebra en abril de 2023 al no poder competir con marcas que venden productos similares a precios más bajos en canales en línea. La compañía aún no ha logrado una reestructuración financiera efectiva.
Red Lobster Management, propietaria de la cadena de restaurantes Red Lobster, también solicitó acogerse al Capítulo 11 en mayo de 2023, planeando reducir sus ubicaciones y vender activos.
Zulima González, socia de la firma de abogados Pérez Correa González y Asociados, explica que las filiales de estas compañías en otros países, como México, no siempre necesitan solicitar concurso mercantil debido a que la deuda principal y los bienes están en Estados Unidos.
“Reestructurar la deuda en su país de origen puede ser suficiente para mantener operaciones internacionales sin cambios significativos”, afirma González.