Las tres empresas han respondido a esta tendencia invirtiendo en tecnología, infraestructura y seguridad. Traxión, por ejemplo, destinó 2,400 millones de pesos en 2023 para expandir su capacidad de flota para manejar diferentes modalidades de carga, incluyendo materias primas, productos terminados y logística de bodegas, así como el crucial transporte "cross border" hacia Estados Unidos.
"Aunque desde hace un par de años hay preocupaciones sobre una potencial recesión, que hasta ahora no se ha materializado, a pesar de dos años de especulación al respecto. Sin embargo, al menos en la actualidad, la economía estadounidense parece sólida y bien posicionada. Esto impulsa el consumo de bienes tanto discrecionales como no discrecionales, lo cual beneficia a la economía mexicana al fomentar exportaciones e importaciones”, dice Antonio Tejedo, vicepresidente ejecutivo de Traxión.
Pero este dinamismo no ha estado exento de retos. La inseguridad en las carreteras mexicanas es uno de los obstáculos más significativos. Según la Asociación Nacional de Transporte Privado, los robos a vehículos han aumentado, alcanzando 301 incidentes en mayo, la cifra más alta del año.
A estos problemas se suman deficiencias estructurales en la industria del autotransporte. Iván Cárdenas, CEO de BeGo, señala que la falta de tecnología ha sido una barrera histórica para la eficiencia en el sector. "La falta de tecnología que nos permitiría hacer más con lo mismo en la industria es un problema que viene desde hace décadas", comenta.
Ricardo Álvarez, director general y vicepresidente de la cadena de suministro de Ryder México, resalta la importancia de utilizar la información para prevenir robos, sugiriendo evitar salidas en horarios de alto riesgo. “No podemos evitar que vengan e intenten hacer lo suyo, pero sí podemos identificar a dónde se movió (la unidad), donde está y comunicar, y ya que las autoridades se hagan cargo de lo demás, nosotros simplemente facilitamos la información”, añade.
La empresa reporta una tasa de recuperación del 70% en incidentes de robo, enfocándose en productos altamente susceptibles al hurto como vinos, licores, tabaco, electrónicos y autopartes.
Para Ryder, la escasez de operadores es también un reto que vive de forma indirecta. "A pesar de que no somos directamente el empleador del chofer o del operador del camión, sí sentimos el impacto de su escasez y de la falta de desarrollo de más personas interesadas en seguir esa carrera. Esto nos preocupa", comenta Álvarez.
Según Jasiel Cárdenas, COO de BeGo, hoy un operador puede pasar 12 horas sentado en una banqueta porque no le dan ingreso a un almacén o le dicen que no se puede bajar de la cabina. Los conductores de camiones a menudo carecen de seguro médico y enfrentan una infraestructura deficiente, con escasa cobertura de red celular en algunas carreteras y pocos paradores para descansar.
Esta realidad desmotivadora lleva a muchos a abandonar la profesión o a no considerarla como una opción viable, creando un déficit significativo en la cadena de suministro.
Para abordar este problema, Cárdenas enfatiza la necesidad de mejorar las condiciones laborales y ofrecer beneficios que brinden una red de seguridad a los transportistas. "Entre mejor estén ellos, mejor vamos a estar toda la industria", concluye Cárdenas.
Con información de Ivet Rodríguez.