El pasado 12 de julio, Víctor González Herrera, como impulsor del movimiento SíMiPlaneta, abordó una avioneta en el aeropuerto de Atizapán y en diez minutos de vuelo dispersó alrededor de 45,000 semillas, debido a que cada bomba de vida contiene hasta tres semillas y cuya vida de sobrevivencia se calcula en 30%.
Las fundaciones del Dr. Simi y SíMiPlaneta unieron esfuerzos para crear la Fábrica de Vida Itinerante, que trabaja en un novedoso sistema de reforestación mediante la elaboración de pequeñas bolas de arcilla, composta y semillas, llamadas “bombas de vida”.