Publicidad
Publicidad

Restauranteros de Culiacán se alían con repartidores para entregar pedidos

Los pequeños restaurantes en la entidad, afectados por la ola de violencia, adaptan sus operaciones para mitigar el impacto económico que asciende a 60 millones de pesos diarios.
mié 09 octubre 2024 06:10 PM
Culiacan-violencia
Culiacán registra una escalada en la crisis de violencia por enfrentamientos armados que han dejado incendios de camiones de reparto.

Los restaurantes en Sinaloa han tenido que reorganizar sus operaciones frente a la crisis de violencia que se intensificó en Culiacán desde finales de julio. En un entorno que cambia día a día, las pequeñas empresas del sector sienten los efectos en sus finanzas y se adaptan para evitar el cierre definitivo.

Laura Guzmán Torróngentegui, vicepresidenta de la zona norte de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac), explica que algunos restaurantes en la zona de conflicto han ajustado sus horarios, optando por abrir solo durante el día y priorizar esquemas de entrega a domicilio. “Hemos sido muy creativos y nos vamos adaptando”, comentó.

Para garantizar entregas seguras, los restauranteros de Culiacán se han aliado con organizaciones de repartidores, lo cual ha permitido un flujo de ingresos constante, ya que los agregadores efectúan los pagos a fin de mes. Esto también ha impulsado a que la mayoría de los restaurantes operen como dark kitchens, aun cuando cuentan con espacios para recibir comensales.

Publicidad

La representante de los restauranteros explicó que realizaron una consulta entre los consumidores para identificar las medidas necesarias para que estos vuelvan a los restaurantes. Las respuestas incluyeron seguridad en los traslados, espacios de estacionamiento y que el personal cuente con protocolos de seguridad para actuar ante contingencias. En Culiacán, Canirac registra 5,680 restaurantes.

Aunque no se compartieron cifras exactas sobre cierres, han identificado que las cadenas y franquicias son las que más han optado por cerrar de forma definitiva. “Las grandes cadenas son las primeras en bajar la cortina y marcharse. Los que somos de aquí tenemos que quedarnos, porque es nuestra forma de vida. Nos arremangamos y buscamos adaptarnos, como hicimos durante la pandemia de Covid”, comentó la vicepresidenta de la zona norte de Canirac.

En el último mes, hasta el 9 de octubre, la Canirac estima pérdidas diarias de alrededor de 60 millones de pesos debido a la caída en ventas de bebidas alcohólicas y postres, especialmente durante la sobremesa o en las cenas, que ahora están suspendidas a partir de las 7:00 p.m. “Estos ingresos por la experiencia están totalmente sofocados”, indicó Guzmán Torróngentegui.

En general, se estima que las afectaciones diarias alcanzan un millón de pesos en otros sectores, como hoteles, especialmente en Mazatlán. También se han visto afectados comercios, transportistas y trabajadores informales. La violencia ha dejado estragos en zonas rurales del sur del estado, como Elota y El Dorado.

Aunque no se reportan extorsiones como el cobro de piso, el paro de actividades nocturnas y los enfrentamientos han provocado la pérdida de 275 empleos en el sector comercial, 561 en construcción, 40 en transportes y comunicaciones, y 1,007 en servicios empresariales en el último mes. Además, 180 negocios han cerrado temporalmente y 20 de forma definitiva.

Publicidad

Piden apoyos financieros

Laura Guzmán Torróngentegui, vicepresidenta de la zona norte de Canirac, enfatizó la urgencia de brindar apoyo económico y fiscal a empresarios y ciudadanos de la región para enfrentar los efectos de la crisis de seguridad, similar al respaldo otorgado en casos de desastres naturales. Entre las solicitudes del sector restaurantero se encuentra la necesidad de establecer un diálogo con instituciones financieras para evitar caer en cartera vencida, mediante esquemas de pago ajustados a los ingresos actuales de los locales, así como la concesión de créditos para pequeñas empresas de la entidad.

Torróngentegui también pidió a las autoridades implementar un programa de prórrogas y descuentos en los pagos de servicios como energía eléctrica y agua, además de suspender temporalmente el pago de impuestos, como el ISR y el ISN.

“Queremos cumplir con nuestras obligaciones fiscales, ser responsables con nuestros acreedores y mantener un buen historial crediticio, pero actualmente no nos alcanza. Debemos priorizar la compra de insumos y el pago de nómina, o en dos meses estaremos en cartera vencida. Necesitamos preservar la salud financiera de nuestros negocios”, expresó.

Publicidad

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad