Alfonso Campos, director de Originación de Iberdrola México, destacó el enorme potencial de la generación eólica y fotovoltaica en el país. En el caso de la energía fotovoltaica, apuntó, el 85% de la República mexicana se sitúa en el denominado Cinturón Solar (entre el Trópico de Capricornio y el Trópico de Cáncer), por lo que México se encuentra entre los primeros lugares mundiales en la recepción de radiación solar.
Para la compañía, cada proyecto contribuye no solo al crecimiento económico, sino también a la ambiciosa meta de descarbonizar la industria. De hecho, Grupo Iberdrola estableció el objetivo de lograr las cero emisiones netas de carbono para toda su cadena de valor antes de 2040. La inversión que ha realizado en energías renovables hasta la fecha, así como sus planes estratégicos, reflejan dicho compromiso.
Además, la cartera de renovables de Iberdrola México adquiere todavía mayor importancia por su enfoque social. En palabras de Campos, junto a la construcción de proyectos de energía limpia se “contribuirá al desarrollo sostenible en las comunidades donde tenemos presencia al garantizar un impacto positivo, tanto económico como social, y alineándonos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas”.
La oportunidad del nearshoring
En 2023, México se convirtió en el primer socio comercial de la nación estadounidense, estrechando sus vínculos históricos gracias al renovado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sumado a otros factores coyunturales a nivel global.
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