Starbucks enfrenta un momento de transformación global con la estrategia “Back to Starbucks”, impulsada por Brian Niccol, quien asumió como presidente y director ejecutivo de la corporación en septiembre del año pasado. Su objetivo es recuperar la esencia de la marca, con un enfoque nuevamente en el café y en la experiencia dentro de las tiendas. Sin embargo, este plan de reestructuración trajo consigo despidos masivos, una reducción en la oferta de productos e incertidumbre en los mercados donde la cadena tiene presencia.
En México, donde Starbucks es operado por Alsea, la compañía mantiene un crecimiento moderado, aunque enfrenta el reto de implementar la nueva estrategia sin afectar su rentabilidad. La empresa reportó un alza de 5.2% en las ventas de tiendas comparables en el último trimestre del año, una cifra menor a los avances de 17% en 2023 y de 29.8% en 2022. La desaceleración del crecimiento obliga a Starbucks México a encontrar un equilibrio entre la adopción del nuevo modelo de negocio y la estabilidad financiera.
“Es un escenario complicado porque la estrategia global busca reforzar la identidad de la marca, pero en México no estamos en la misma crisis de posicionamiento que en Estados Unidos”, explica Jorge Casares, director de Buhox Asesores. “El reto es evitar que los ajustes afecten el ticket promedio y la rentabilidad de las tiendas, sobre todo en un mercado que ha sido históricamente sólido para la marca”.