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La industria farmacéutica está bajo presión por los aranceles de Trump

El nuevo paquete arancelario propuesto por el gobierno de EU, que podría gravar con hasta 200% a productos mexicanos, representa una amenaza para la industria farmacéutica instalada en el país.
mié 16 julio 2025 08:02 AM
México se prepara ante posible guerra comercial de medicamentos con Estados Unidos
Los aranceles de hasta 200% a la importación de medicamentos por parte de Estados Unidos replantearán la logística de las farmacéuticas en el mundo.

Las empresas farmacéuticas están ahora en la mira de Donald Trump. El presidente de Estados Unidos anunció su intención de implementar impuestos de hasta 200% a las importaciones de medicamentos, una medida que podría tener repercusiones globales y que algunas compañías establecidas en México no lograrán esquivar del todo.

La posible aplicación de estos impuestos es global y expertos advierten que, de aplicarse, las empresas farmacéuticas tendrán que replantear su infraestructura de manufactura y logística. En un análisis, la consultora PWC detalla que la industria podría enfrentar impactos adversos inmediatos dada su fuerte dependencia de países extranjeros para la obtención de materias primas y la fabricación.

“El impacto podría incluir la erosión de márgenes, el aumento de precios de los medicamentos para los consumidores estadounidenses y la interrupción de la cadena de suministro”, señala la firma en su informe Análisis sobre la industria arancelaria en EE. UU.: farmacéutica, ciencias biológicas y dispositivos médicos.

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En México, las compañías farmacéuticas se mantienen a la expectativa ante posibles cambios en la política comercial de Estados Unidos. Aunque los envíos de medicamentos desde México hacia ese país son limitados —debido a la infraestructura global con la que operan muchas de estas empresas—, el anuncio de aranceles de hasta 200% genera inquietud en el sector.

“Es un tema que está bajo negociación”, afirma Miguel Freire, presidente de Novartis México. El directivo detalla que las discusiones sobre los aranceles se están llevando a cabo desde la sede global de la compañía, ubicada en Suiza, país que no forma parte de la Unión Europea. Esto ha derivado en que las conversaciones con autoridades estadounidenses se desarrollen de forma independiente.

“Ese 200% es solo un punto de partida en la negociación, y creo que se llegará a un acuerdo más razonable, con tarifas que tengan sentido para ambas partes”, considera Freire.

El ejecutivo señala que la operación de Novartis en Estados Unidos está separada de la mexicana. De hecho, es desde el mercado estadounidense que se importan medicamentos terminados hacia México, aunque no reveló qué porcentaje representan.

Pfizer, cuya sede principal está en Nueva York, también sigue de cerca la evolución de los posibles aranceles. En el ámbito local, la farmacéutica cuenta con una planta en Toluca, Estado de México, donde produce tabletas, cápsulas, ungüentos, geles, jarabes y suspensiones. De esta producción, el 70% se destina al abasto nacional y el 30% a Centroamérica.

“Todavía estamos esperando cómo se van a publicar las tarifas, pero me siento cómodo porque en Pfizer tenemos una huella muy sólida. Estoy seguro de que trabajaremos con todas las partes para garantizar la disponibilidad de nuestras vacunas y medicamentos”, dijo en entrevista Sinan Atlig, presidente de Pfizer para América Latina.

Desde la perspectiva institucional, Larry Rubin, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), señala que la relación bilateral entre México y Estados Unidos debe priorizar el acceso a medicamentos. Considera que la tarifa propuesta podría moderarse, como ha sucedido en otras ocasiones.

“Para nosotros es fundamental que no se impongan nuevas barreras, especialmente en lo referente a medicamentos. Muchos pacientes están a la espera de tratamientos que pueden aliviar sus enfermedades. La realidad es que la población mexicana enfrenta una situación delicada de salud, y el centro de toda política comercial debe ser el paciente”, subraya Rubin.

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En el contexto de la próxima revisión del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), representantes del sector farmacéutico han sostenido acercamientos con autoridades tanto mexicanas como estadounidenses para exponer las necesidades y oportunidades de la industria en la región.

El Plan México, en la ecuación

Como parte de su estrategia para fortalecer la industria farmacéutica, el gobierno mexicano lanzó un decreto dentro del llamado Plan México, que apuesta por el desarrollo local de medicamentos y establece incentivos arancelarios.

El documento establece que, durante los procesos de compras públicas de insumos médicos para 2027 y 2028, se dará prioridad a los laboratorios que fabriquen medicamentos genéricos en territorio nacional o que estén en proceso de instalar nuevas plantas, laboratorios o centros logísticos vinculados a la cadena de suministro.

Además, el gobierno federal otorgará preferencia a las empresas que inviertan en investigación científica y desarrollo de productos innovadores o biosimilares, con el objetivo de impulsar la generación de conocimiento local. Todas estas actividades estarán exentas de aranceles, como parte de los incentivos establecidos.

Los impactos económicos de esta política podrían ser significativos. En 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) del sector salud en México representó el 5.1% del PIB nacional, mientras que las actividades económicas directamente vinculadas a este sector contribuyeron con 4.3%, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“La investigación clínica es la gran oportunidad que tiene la industria. Puede alcanzar los 2,000 millones de dólares, lo que demuestra que se trata de un sector poderoso y con capacidad de generar bienestar en México”, señaló Larry Rubin, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).

“Es una oportunidad. México es el país que menos invierte en salud, y debemos asegurarnos de que se invierta más”, agregó.

Novartis ya se puso en el mapa. La farmacéutica adelantó a Expansión que invertirá 13 millones de dólares para el desarrollo de análisis clínicos. Al respecto, Miguel Freire comenta que en el país se registran alrededor de 60 estudios clínicos en marcha en el país, en tanto evalúan la posibilidad de en el futuro instalar un centro de investigación clínica. “Queremos apostar por México como un centro de innovación”, declara.

El presidente de Novartis México explica que los estudios clínicos se gestionan de forma centralizada a nivel global. Cuando un país busca participar, la compañía realiza una evaluación de sus condiciones locales, como la calidad de la infraestructura y el nivel de sus investigadores. En el caso de México, aún no se cuenta con un espacio consolidado para este tipo de actividades, aunque ya se trabaja en su desarrollo.

Hace poco más de una década, Novartis instaló en el país uno de sus Centros Corporativos Novartis (NOCC), donde actualmente emplea a más de 1,000 personas. Desde ahí, la compañía provee productos, soluciones tecnológicas y servicios especializados para toda la región de Latinoamérica y Canadá (LACan), con áreas clave como Data, Digital & IT. Este es el sexto centro global de la firma; los otros se ubican en Praga, Dublín, Kuala Lumpur, Hyderabad y Liubliana.

En términos de desempeño, Novartis México ha reportado un crecimiento sostenido de entre 16% y 17% anual durante los últimos tres años. “Éramos una compañía de 300 millones de dólares, y este año estamos alcanzando los 500 millones en facturación”, declara el directivo.

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