Durante la presentación del estudio, integrantes de la entidad expusieron que Ciudad de México, Quintana Roo, Nuevo León y Baja California Sur son los estados que poseen la mayor inclusión financiera en el país mientras que Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Zacatecas, Tlaxcala, Hidalgo y el Estado de México son las entidades con “muy baja” inclusión financiera.
Los elementos que se consideran para evaluar la inclusión financiera en el país, además del crecimiento económico, son dos variables: Infraestructura - número de sucursales, corresponsalías, cajeros, terminales punto de venta y contratos con banca móvil-, y número de transacciones que se hacen.
El estudio también destaca que en 2018 se registraron menos sucursales bancarias respecto a 2017 al pasar de 12,781 oficinas, a 12,735.
“Si bien en México apenas hay indicios de la reducción de las sucursales bancarias, pareciera que la banca nacional podría seguir el patrón que se observó a nivel mundial”, señala el reporte.
“No esperamos que haya una reducción muy grande pero tampoco esperamos que profundicen su caída en ese sentido”, agrega.
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El estudio también destaca que los corresponsales bancarios, es decir, establecimientos como las tiendas Oxxo que reciben pagos a nombre de los bancos, ayudan al acceso a los servicios básicos. En 2018, se registraron 46,373 corresponsales en el país, lo que significa un incremento del 8.32% respecto al año previo.
Mientras la Asociación de Bancos de México (ABM) ha dicho en ocasiones previas que será en 10 años cuando se logre una cobertura financiera total en México , Carlos Hank González, presidente del Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte, ha manifestado también anteriormente que esta meta se logrará hacia el año 2050.