Banorte informó que el plazo se mantiene y que solo en caso de que hubiera un registro de saturación en las líneas de teléfono podrían reconsiderar su posición.
"La idea no es cerrar la puerta porque sí ni abrirá porque sí", dijo el director general de Banorte, Marcos Ramírez.
Expansión buscó a los bancos más grandes en el país como BBVA México, Citibanamex, Scotiabank, Santander, HSBC y Banregio para preguntar sobre una ampliación de dicho programa.
BBVA México dijo que el plazo se mantendría y sugirió que los clientes usen la app para solicitar este beneficio, Citibanamex dijo que el retraso en la respuesta puede ocurrir debido a que hay menos personal en los call center por la contingencia del coronavirus y que la ampliación dependerá de la demanda.
"Estamos hablando con los clientes que igual y necesitan una solución diferente (...) si vemos que continúa la demanda por los programas de apoyo, lo continuaremos, pero si vemos que el perfil del cliente ya no lo satisfacen los cuatro meses de diferimiento, en ese momento tendríamos que ver qué solución proponemos", dijo Manuel Romo, presidente del banco.
Incluso, Scotiabank informó que la cantidad de solicitudes de adhesión al programa empezaban en una curva de decrecimiento y que el banco analizaba cada uno de los casos.
Aantes de tomar estos apoyos crediticios es importante que consultes con el banco y estés seguro que más adelante no habrá ninguna penalización o el cobro de algunas comisiones, recomiendan expertos.
“El cuentahabiente tiene que verificar el contrato original y, posteriormente, acercarse a su banco con la finalidad que este nuevo programa que aplica para cuatro o seis meses, que no venga un costo adicional más adelante, que quieran cobrar intereses moratorios o comisiones que puedan afectar de manera importante el pago original. No se trata de una reestructura en materia de crédito, derivado de que esto afectaría la tabla de amortización, los plazos, la tasa de interés”, explicó recientemente Elvira Méndez, profesora de la Universidad La Salle.
Este tipo de medidas resultan benéficas tanto para los acreditados como para los bancos. Para los primeros es una ayuda que se le está brindando en un contexto complicado, pero también atípico”; para los segundos “es una manera de acercarse a la gente”, señaló por su parte Juan Caudillo, académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana (UP).