La premisa de que el negro combina con todo aplica también para las casas. Parece ser un color muy arriesgado, y lo es, pero pintar parte de la fachada, la puerta y una o varias paredes de negro, le puede dar al hogar un toque de elegancia y sofisticación.
Pintar el interior de negro: tendencia del interiorismo que imprime elegancia
Si se combina en interiores con tonos como blanco, dorado, perla o gris se puede lograr un estilo nórdico muy moderno.
El negro evoca sofisticación, poder y lujo, por lo que es muy utilizado en casas en el hemisferio norte donde contrasta con los bosques y la nieve.
Al interior de la vivienda se pueden pintar paredes de negro en espacios amplios y luminosos, ya que este color tiene el efecto opuesto al blanco ya que atrapa la luz en lugar de reflejarla, así que puede ayudar a empequeñecer los lugares.
Y si se utiliza en pequeños rincones como para transformarlos en un espacio íntimo de relajación o contemplación funciona muy bien, siempre y cuando la habitación cuente con una ventana o una entrada de luz natural.
Hay que considerar que el negro absorbe la luz, por lo que no es recomendable pintar los techos de negro ya que puede generar una sensación de claustrofobia.
Si se utiliza en algunas paredes, se aconseja combinarlos con matices de blanco, algunas líneas verticales pintadas en la pared o con muebles y cortinas claros.
En fachadas funciona muy bien si la casa carece de arquitectura, ya que este color puede hacerla lucir más interesante.
Puerta
Una fachada totalmente negra se recomienda sólo en casas muy pequeñas o en aquellas que no tienen un estilo arquitectónico bien definido.
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Sin embargo, una puerta pintada de negro combina muy bien con el verde de los jardines, el blanco de las paredes o el naranja de los ladrillos, así que también puede ir en cantidades moderadas en marcos y ventanas.
Cocina
Combinado con blanco puede resaltar ciertos aspectos de la cocina y darle mayor sofisticación. Se puede utilizar el negro en las alacenas o en el piso para crear un mosaico.
En electrodomésticos se puede prescindir del tradicional blanco o gris y apostar por negro en el refrigerador, la lavadora y en pequeños equipos como tostadoras o batidoras que le darán más presencia a la cocina.
El delantal negro de los chefs inspira las cocinas minimalistas donde una de las máximas es el orden y enmarcar la cocina con toques negros puede ayudar a delimitar el espacio.
Baño
En el baño se puede optar por el negro en lavamanos y grifos para dejar a un lado el tradicional acero o la porcelana. Aunque hay que considerar que ese tono requiere un cuidado especial ya que resaltan más las manchas de sarro y los restos de jabón.
No obstante, todo lo que se coloque junto a un mobiliario negro resaltará aún más como las flores, la cortina de baño, los tapetes y los acabados.
En el baño no necesariamente se tienen que pintar las paredes de negro o cambiar el mobiliario, se puede recurrir a acabados como el microcemento que le da un todo mate a las paredes.
Recámara
El uso del negro en esta habitación te puede llevar directamente a la oscuridad e intimidad que se busca en este espacio.
Se puede utilizar sólo en la pared de la cabecera de la cama o en las sábanas, cojines, mantas, lámparas y fotografías.
El uso del negro en la recámara no se recomienda en climas cálidos, ya que aumenta la sensación de calor y retiene la energía calórica. En este caso, lo ideal es usar este color en forma moderada o únicamente en objetos decorativos.
Accesorios
Si no te atreves a utilizar el negro en grandes espacios dentro de la casa, puedes apostar por pequeños detalles como los cojines del sofá, que son fáciles de cambiar si el color no te termina de gustar.
Un sillón de cuero negro también le imprime mucha elegancia o un toque vintage a una habitación.
O un tapete degradado que va del blanco al gris hasta llegar al negro también contribuye a resaltar otro tipo de muebles en negro como sillas o libreros.
Una chimenea negra también le puede dar un toque rural y a la vez contemporáneo a la casa si se combina con unos toques de madera y una vista al jardín o al bosque.
La idea es recrear la sensación de un sala de cine donde se pueda contemplar el fuego o el paso de las horas a través de la ventana desde un fondo negro.