“Los ETFs son instrumentos que le permiten a los inversionistas acceder al mercado financiero de una forma más eficiente. Si quisieras tener exposición a las empresas del S&P500, tendrías que comprar las 500 acciones individualmente y gastar miles de dólares. Con los ETFs solo necesitas comprar uno para tener esa misma exposición,” comenta Omar Morales, director de Inversiones de Fondos de Inversión de Principal Financial Group.
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En el mercado mexicano, los ETFs llegaron en 2004 a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) a través del Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC), una plataforma que permite a los inversionistas acceder a instrumentos domiciliados en otras Bolsas.
En los últimos 10 años, el número de ETFs listados en el SIC se ha multiplicado 4.8 veces, y ya representan entre 30% y 45% del volumen de operación del mercado mexicano.
De manera global (al igual que en México) el crecimiento de los ETFs ha sido exponencial. Alicia Arias, vicepresidente de Gestión Patrimonial en BlackRock México, la administradora de activos más grande del mundo, cuenta que desde que se creó el primero -hace alrededor de 30 años- se tardó 13 años en llegar al primer billón de dólares.