El mercado se mueve por ciclos, así que todo lo que baja, en algún momento tiene que subir. El lunes, los principales índices bursátiles del mundo, el petróleo, el peso y los bonos tuvieron su peor jornada en más de una década, ante los temores por los efectos económicos del coronavirus y por la guerra de precios del petróleo entre la OPEP y Rusia. Pero lejos de asustarse, es momento de hacer de tripas corazón y salir en busca de oportunidades de inversión.
El pánico en el mercado abre la oportunidad para invertir en estos instrumentos
BlackRock señala en un documento llamado 'La caída del Mercado: esto no es 2008' que, a comparación de hace poco más de una década, la economía y el sistema financiero están en una posición mucho más fuerte, y por tanto es un momento para que los inversionistas mantengan una perspectiva a largo plazo.
“La magnitud y velocidad de la reciente baja del mercado únicamente se ha presentado en 11 ocasiones a lo largo de la historia, por lo que se califica de excesiva. Estos movimientos tan fuertes y rápidos tienen como común denominador un fuerte regreso más adelante”, señala Carlos Ponce, socio fundador de SNX, firma de análisis, promoción e inversión bursátil.
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Desde hace 94 años, según un análisis de SNX, los ciclos de subidas en las Bolsas de Estados Unidos han tenido una duración promedio de 9.1 años, con rendimientos acumulados de alrededor de 500%. En contraste, los ciclos de caídas han tenido duraciones promedio de 1.4 años, con pérdidas de -41%. "Esto significa que, a mayor plazo, la recuperación del mercado superará las bajas recientes, como lo ha hecho siempre”.
Las caídas suelen ser más pronunciadas debido a que los inversionistas comienzan a vender para evitar perder lo menos posible, y como la mayoría sigue esta estrategia, las caídas se hacen más profundas. Pese a ello, existen empresas que tienen finanzas saludables y que no están tan expuestas a la debilidad económica, pero que resultan afectadas por esta baja generalizada. Estos casos pueden ser una gran oportunidad para comprar sus acciones.
Entre las firmas que pueden representar una oportunidad, se encuentran aquellas de la industrias de tecnologías de la información, de consumo básico (como alimentos y bebidas) y de salud, dice Carlos Hernández, analista de Masari Casa de Bolsa. Estos sectores son considerados defensivos, es decir, que aunque el ritmo económico disminuya, las personas seguirán comprando estos productos, por lo que las empresas continuarán generando ganancias.
Para este analista, otros de los instrumentos que se ven atractivos son los fondos cotizados (ETF) que replican a los bonos de corporativos de Estados Unidos con el llamado grado de inversión. Es decir, son empresas que las agencias de calificación consideran seguras.
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El conflicto petrolero también abre una oportunidad para algunas compañías. Rusia y la OPEP han emprendido una guerra de precios para robarse mercado, aumentando su producción pese a la debilidad de la demanda. Esto llevó al precio del petróleo a desplomarse más de 30% el lunes, su peor jornada en 30 años.
Aunque esta baja del precio del crudo le pega a algunas empresas, e incluso a las economías que dependen de los ingresos petroleros, como México, beneficia a otros sectores. Uno de ellos es el de las aerolíneas, cuyo mayor insumo es el combustible derivado del petróleo. Sin embargo, las aerolíneas también tienen el riesgo de ver mermadas sus ganancias si el turismo, afectado por el coronavirus, no se reactiva pronto.
Otro de los instrumentos predilectos de los inversionistas en tiempos de alta volatilidad son los bonos gubernamentales. Se consideran seguros porque están respaldados por las economías de los países que los emiten, y es muy raro que un país no cumpla sus compromisos de pago. Cuando la demanda de estos bonos crece, su precio aumenta, pero su rendimiento baja en la misma proporción. Es decir, son muy seguros, pero poco atractivos en términos del dinero que se puede ganar con ellos.
Dave Lafferty, estratega en Jefe de Mercados de Natixis, indica que, ahora, el índice S&P 500 genera rendimientos de más de cuatro veces que el bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años. Además, con la reciente caída del mercado, las acciones se encuentran mucho más baratas que antes, lo que puede ser una oportunidad. “Los rendimientos relativamente atractivos de la renta variable global (las Bolsas) permiten a los inversionistas tener una recompensa mientras esperan a que la propagación del virus se desvanezca y la economía se estabilice”, señala.