En épocas de crisis, como la que atravesamos, los inversionistas buscan refugio en activos que les permitan mantener o hasta aumentar el valor de su inversión. Y uno de los mercados que ahora está brillando es el del whisky coleccionable.
¿Buscas nuevas inversiones? El whisky es una gran oportunidad
El whisky no solo se bebe, hay quien invierte en él, y no precisamente en plantas de producción, sino en botellas. Este mercado funciona igual que el de las obras de arte: por subastas.
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Los rendimientos que ofrece una botella de whisky supera, por mucho, el de activos como el oro. The Macallan tiene el récord mundial por la botella de whisky más cara del mundo, la Macallan 1926 Fine & Rare Collection se subastó por 1.9 millones de dólares. Esta botella se vendió hace casi 20 años en 20,000 dólares, es decir su valor se multiplicó 95 veces.
Elin McCoy, de Bloomberg, habla sobre el whisky y el buen momento que es tanto para los bebedores y como para los inversionistas , sobre todo el auge de las subastas de whisky en línea, que está disponible las 24 horas del día desde la comodidad del hogar.
Este auge ya se refleja en los números. Desde finales de abril, se ha registrado un aumento del 16% promedio del valor de martillo (precio pagado en subastas) al completar pujas referentes al destilado.
También es posible acceder al mercado de whisky a través del mercado bursátil. En 2018, Single Mal Fund se convirtió en el primer fondo que invierte en botellas de whisky y que cotiza en la bolsa. El fondo tiene una estrategia de inversión activa comprando y vendiendo whisky raro limitado.
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Al igual que la inversión en cualquier otro activo, hay muchos puntos que considerar al entrar en este mercado. Carlos Martín del Campo, prestige sales manager de Edrington, compañía promotora de reconocidas marcas de destilados de lujo, señala que “en los pequeños detalles se encuentran las más valiosas rarezas del whisky”.
Entre las cosas a tomar en cuenta en cada botella es la destilería de donde proviene, la edad del whisky, aunque “no necesariamente las botellas que se añejaron hace muchos años son las más costosas, existen algunas producidas en cierta época relevante de la historia que hace que incremente su valor, señala Martín del Campo. También hay que prestar atención a la etiqueta, pues el país de donde fue importado puede ser crucial para evaluar su costo, y al número de botellas por edición, entre otras cosas.