“Antes, como director general de una empresa, tenías que ser rentable, ese era el objetivo, lo que los inversionistas estaban buscando. Hoy en día, hay una conciencia social y ambiental, y la rentabilidad no lo es todo”, señala José-Oriol Bosch, director general de la (BMV).
El índice se construye a partir de una muestra de 56 empresas, que conforman el S&P/BMV Total Mexico. María Sánchez, associate director de Global Research & Design de S&P, explica que, de entrada, quedan excluidas compañías involucradas en armas, tabaco y las que no cumplen los requisitos del Pacto Mundial de Naciones Unidas.
El índice comenzará con 29 firmas, entre las que se encuentran las mexicanas Alsea, Cemex, Coca-Cola Femsa, Bimbo, Fibra Uno y Televisa. La muestra cambiará cada año y será efectiva al cierre del tercer viernes de junio. Sánchez destaca que se harán ajustes de la ponderación en marzo, septiembre y diciembre.
Además, habrá un monitoreo constante: si una empresa tiene una controversia por temas como corrupción o disputas laborales, saldrá del índice aunque no sea el cambio anual, y no será elegible a entrar otra vez durante un año.
“En el último año, los criterios ESG (Empresas Socialmente Responsables, por sus siglas en inglés) se han vuelto tendencia dominante en las inversiones, dado que los participantes del mercado entienden cada vez más la importancia y relevancia de los índices que incorporan datos y principios de sustentabilidad”, dice Reid Steadman, director general y director global de Índices ESG en S&P DJI.