En agosto de 2019, Business Roundtable organización sin fines de lucro compuesta por más de 180 CEO, hizo una declaración en la que todos sus miembros se comprometieron a poner su propósito a la altura de los intereses de sus accionistas, así como los del resto de sus grupos de interés. De esta forma se demostró que las compañías que se guían por este, tienen más posibilidades de movilizar a un mayor número de jugadores para alcanzar metas de inclusión social que jamás se alcanzarían en lo individual.
Ser una empresa guiada por propósito es el mejor camino hacia la sustentabilidad, ya que al tomar en cuenta a todos sus grupos de interés por igual se genera crecimiento inclusivo, confianza en las instituciones, estimula el compromiso de sus colaboradores, aumenta la lealtad en sus clientes y por ende genera crecimiento económico inclusivo.
La crisis que estamos viviendo a raíz de la pandemia por el COVID-19, nos obliga a hacer un alto en el camino y preguntarnos si nuestro propósito está respondiendo a las necesidades de cambio que el contexto nos impone. Hacer una pausa para reevaluarlo no significa que debamos forzosamente cambiarlo, sino descubrir si verdaderamente resuena al interior de la empresa.
La mejor forma de salir pronto de esta crisis es caminando todos juntos: colaboradores, empresa y sociedad. Resulta ingenuo pensar que solo las organizaciones estamos siendo presas de esta abrupta metamorfosis. Nuestros colaboradores, tanto a nivel personal como profesional, igualmente están pasando por esta coyuntura que invita a la reflexión. En este trance, nuestro papel como compañías es contribuir en su identificación y brindarles herramientas para vivirlo.
Para ser el apoyo que nuestros colaboradores necesitan debemos empezar por atender sus problemas (discriminación, violencia, salud, etc.) y brindarles herramientas de bienestar físico y emocional, ofrecer flexibilidad laboral, asegurar su integridad física en este entorno y ofrecerles las herramientas necesarias para trabajar cómodamente en casa.