Las operaciones fueron volátiles ya que muchas bolsas en todo el mundo han estado consolidando las recientes ganancias. Pero la orden para que Pekín cierre su consulado de Houston en tres días redujo la toma de riesgo y estimuló un movimiento hacia activos que ofrecen seguridad relativa, como el oro y la plata.
El índice de referencia MSCI para las acciones mundiales cayó un 0.11%. La plata dio otro salto del 7% a un máximo de seis años de poco más de 23 dólares la onza, mientras que el oro al contado, al superar los 1,865 dólares la onza casi duplicaba su precio desde los mínimos de marzo.
El avance de los metales preciosos se produjo en medio de la creciente demanda de activos físicos de China, ya que el oro es visto como una protección contra la inflación y los temores de devaluación de la moneda, y en el masivo impulso del estímulo del gobierno y el banco central en la economía.