El banco central dijo recientemente que la reducción en los niveles de los CDS no solo beneficia a inversionistas, sino que también tiene ayuda al sistema bancario local, al reducir las tasas del crédito otorgado tanto a personas como a empresas, dando a su vez oxígeno a la debilitada economía local.
El diferencial o "spread" de tasa de México respecto a la deuda estadounidense, también conocido como prima de riesgo, confirma la tendencia, pues éste se ubica en 448 pb en los bonos a 10 años, mientras que el de Brasil está en 650, el de Turquía en 1,205 y el de Sudáfrica en 801.
Países como Chile (210 pb), Perú (280 pb) y Colombia (406 pb), por otra parte, cuentan con una prima de riesgo menor, aunque sus economías son más pequeñas y su deuda es menos operada que la mexicana.
En otras señales de la menor percepción de riesgo sobre México, llegó en noviembre y diciembre la ratificación en la nota crediticia del país por parte de Fitch y S&P, las cuales rebajaron la calificación soberana en marzo ante la previsión de un desplome económico por la pandemia.
En su reciente evaluación, S&P destacó que el déficit fiscal de México sería menor al de otros países emergentes y que su expectativa es que el gobierno mantenga estable su niveles de deuda en 2021.
Sin embargo, la calificadora advirtió que las finanzas de la estatal Pemex y una prolongada debilidad económica podrían conducir a una rebaja de la nota dentro de 12 o 18 meses.