El fideicomiso es creación de Irving Vázquez, de 32 años, quien se desempeñó como analista de capital y administrador de cartera en el fondo de pensiones mexicano de la administradora de activos colombiana Sura.
Vázquez dijo que Fibra Eco busca crear una oportunidad real para que los inversionistas tengan un impacto en el medio ambiente, y no se dediquen solo a alardear sobre objetivos ecológicos como lo hacen algunas otras empresas.
“Este es un modelo de negocio totalmente innovador”, dijo Vázquez en una entrevista. “No lo veo como un fideicomiso, lo veo como una plataforma inmobiliaria con una ventaja en operaciones y tecnología”.
En Afore Sura, como se conoce al fondo de pensiones mexicano, Vázquez ayudó a liderar un impulso de los accionistas para forzar una mayor transparencia de los fideicomisos inmobiliarios del país, que tienen estructuras como empresas de asesoría externa que, según los críticos, fomentan conflictos de intereses.
En 2019, asumió las operaciones de Afore Sura para cumplir con los objetivos de inversión ambientales, sociales y de gobernanza, conocidos como integración ASG (ambiental, social y de gobernanza corporativa); además ayudó a establecer una asociación entre los inversionistas institucionales mexicanos para exigir que las empresas del país comiencen a reportar ASG alineados a las pautas globales.
A principios de este año, Vázquez dejó Sura para armar el nuevo fideicomiso que, según él, encarna lo que ha estado predicando al mercado local. No habrá honorarios de administración externa y en lugar de estar atascados con las cláusulas de control comunes en las Fibras mexicanas, los accionistas votarán por los miembros del comité técnico del fideicomiso, que es como una junta.
Los estatutos del fideicomiso establecen que el comité estará formado con al menos en un 50% por mujeres y será mayoritariamente independiente. Hoy en día, las mujeres ocupan solo un 10% de los puestos en las juntas directivas de las 35 empresas del índice IPC de México, según un estudio de Miranda Partners.