Kyrklund no es la primera en sugerir que algunos rincones del mercado ASG (ambiental, social y de gobernanza corporativa) pueden estar sobrevalorados en un momento en que los inversionistas invierten más dinero que nunca en los activos que prometen cumplir con estos objetivos.
Al mismo tiempo, el entorno político, regulatorio y empresarial implican que el mercado ASG probablemente seguirá creciendo. Bloomberg Intelligence estima que los activos ASG alcanzarán unos 50 billones de dólares para 2025, lo que representa aproximadamente un tercio del total global bajo administración.
“No hay nada más fundamental para la actividad económica que la transición energética”, dijo Kyrklund. “Afectará la política, la economía y todo”, advirtió.
BlackRock, el mayor administrador de fondos del mundo, proyectó el año pasado una “gran reasignación” a los fondos ASG. Recientemente también dijo a los inversionistas que los mercados financieros recién están comenzando a descontar los efectos del cambio climático, creando oportunidades de inversión en sectores como el petróleo y el gas.
Para los inversionistas que estén dispuestos a mirar los llamados activos de transición, hay un mayor mercado ASG con el que trabajar, lo que reduce el riesgo de burbujas. Kyrklund dijo que el “universo invertible” de los activos ASG en realidad está “creciendo muy rápidamente”.
“No vamos por el camino de la exclusión”, señaló. Eso equivaldría a “socavar la cartera. La propiedad activa es una mejor forma de avanzar, y eso es lo que hemos estado haciendo”.