Para Gabriela Soni, jefa de inversión de la institución financiera UBS en México, estas salidas no se frenarán ante la volatilidad actual por la invasión rusa en Ucrania. “En un contexto global más retador junto con un panorama local poco inspirador, podemos ver salidas de fondos de extranjeros, lo cual complica la profundización del mercado de capitales”, dijo Soni.
El resultado de este menor apetito es una escasez de liquidez y que menores jugadores opten por entrar al mercado, lo que se ha visto en los últimos años, a pesar de tener dos Bolsas locales. En 2018, la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) inició operaciones teniendo como objetivo agrandar el mercado mexicano.
Pero lejos de eso, el mercado acumula nombres de empresas que han anunciado su desliste, tales como General de Seguros, Bio Pappel, Lala , IEnova y Lala.
“Dado el bajo volumen negociado, los grandes inversionistas institucionales enfrentan dificultades para crear y liquidar posiciones. En última instancia, esto reduce la liquidez y confina a los emisores más pequeños a una participación marginal en el mercado”, comentaron los analistas de UBS.
Hasta ahora, las acciones mexicanas han tenido un mejor desempeño frente a otros mercados. Al cierre del 21 de marzo, el principal índice de la BMV acumuló una ganancia de 4.1%, mientras que otros índices, como el Dow Jones o el S&P 500, se mantuvieron en terreno negativo.
“México se considera una especie de refugio dentro de la volatilidad que presentan otros mercados que se enfrentan al alza de tasas y la guerra al mismo tiempo”, dijo Soni. “Las acciones mundiales han lidiado mal con la ansiedad derivada de estos temas. En contraste, las acciones mexicanas han demostrado su naturaleza defensiva, siendo más resilientes que las acciones de mercados emergentes y del mundo desarrollado”.