En febrero de 2021, en México había 141 emisoras cotizando en la Bolsa, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB). En Chile hay 194 emisoras, en Perú 197 y en Brasil 359. Como referencia, en Estados Unidos (EU), que podría ser el mercado bursátil más desarrollado, hay 4,852 empresas listadas.
Respecto al PIB, el valor de capitalización de la Bolsa representa un 34%, mientras que en Perú este valor es de 46% y en Colombia 43%. A lo anterior podríamos añadir que de las 141 empresas que están listadas en el mercado mexicano, menos de la mitad registran volúmenes de operación significativos, es decir, sus acciones se mueven poco.
Como vemos existen retos, por lo que se debe trabajar para lograr que el mercado sea más atractivo para las empresas que necesitan financiamiento y también para los ahorradores que buscan invertir sus recursos y me parece importante señalar las ventajas de que las empresas coticen en Bolsa.
En primer lugar, las emisoras públicas suelen tener estándares más altos de gobierno corporativo, lo que a su vez tiene impactos positivos no solo en lo financiero y económico, sino también en lo social. Cada vez es más la demanda de los mercados para que las compañías adopten medidas en el cuidado del medio ambiente, ejemplo de ello es la exigencia reciente de algunos inversionistas hacia empresas energéticas para que disminuyan sus emisiones de CO2.
Además de lo ambiental, hay otros elementos sociales que cada vez pesan más en las decisiones de los inversionistas, recordemos cómo los escándalos de acoso sexual retrasaron la salida a Bolsa de Uber. La empresa tuvo que iniciar investigaciones para resolver estos asuntos, de modo que su llegada a la Bolsa no se viera afectada.
Por otro lado, las empresas públicas deben de ser más transparentes, debido a que están obligadas a publicar reportes de forma periódica, además de que deben comunicar al público inversionista sus eventos relevantes. Esta mayor atención y escrutinio público contribuye a que sean empresas mejor administradas y también tiene efectos positivos desde el punto de vista de los reguladores, por la mayor cantidad de información pública.