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¿Por qué es bueno que las empresas coticen en el mercado de valores?

Las emisoras listadas son pocas y encima recibimos anuncios de que algunas se van, señala Eduardo López Ponce.
lun 07 junio 2021 11:59 PM
(Ilustración. El mercado mexicano se hace más pequeño)
En mayo, Lala anunció su intención de deslistarse de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), acción que puso nuevamente en la mesa el problema del mercado mexicano: es muy pequeño para el tamaño de la economía.

(Expansión) - Recientemente han llamado la atención los anuncios sobre la intención de empresas importantes en México, como Lala y Santander, de retirar sus acciones de la Bolsa de Valores de México. En términos generales, lo anterior no es una buena noticia para el mercado ni para la economía, ya que el hecho de que haya más empresas en el mercado de valores puede tener impactos positivos en la comunidad corporativa del país.

El anuncio de salidas de la Bolsa abona a un tema que ha estado presente desde varios años atrás, y es el hecho de que el tamaño del mercado accionario en México es pequeño respecto a su potencial. Las emisoras listadas son pocas y encima recibimos anuncios de que algunas se van. Incluso en comparativos con países latinoamericanos el número de empresas cotizando en México es bajo.

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En febrero de 2021, en México había 141 emisoras cotizando en la Bolsa, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB). En Chile hay 194 emisoras, en Perú 197 y en Brasil 359. Como referencia, en Estados Unidos (EU), que podría ser el mercado bursátil más desarrollado, hay 4,852 empresas listadas.

Respecto al PIB, el valor de capitalización de la Bolsa representa un 34%, mientras que en Perú este valor es de 46% y en Colombia 43%. A lo anterior podríamos añadir que de las 141 empresas que están listadas en el mercado mexicano, menos de la mitad registran volúmenes de operación significativos, es decir, sus acciones se mueven poco.

Como vemos existen retos, por lo que se debe trabajar para lograr que el mercado sea más atractivo para las empresas que necesitan financiamiento y también para los ahorradores que buscan invertir sus recursos y me parece importante señalar las ventajas de que las empresas coticen en Bolsa.

En primer lugar, las emisoras públicas suelen tener estándares más altos de gobierno corporativo, lo que a su vez tiene impactos positivos no solo en lo financiero y económico, sino también en lo social. Cada vez es más la demanda de los mercados para que las compañías adopten medidas en el cuidado del medio ambiente, ejemplo de ello es la exigencia reciente de algunos inversionistas hacia empresas energéticas para que disminuyan sus emisiones de CO2.

Además de lo ambiental, hay otros elementos sociales que cada vez pesan más en las decisiones de los inversionistas, recordemos cómo los escándalos de acoso sexual retrasaron la salida a Bolsa de Uber. La empresa tuvo que iniciar investigaciones para resolver estos asuntos, de modo que su llegada a la Bolsa no se viera afectada.

Por otro lado, las empresas públicas deben de ser más transparentes, debido a que están obligadas a publicar reportes de forma periódica, además de que deben comunicar al público inversionista sus eventos relevantes. Esta mayor atención y escrutinio público contribuye a que sean empresas mejor administradas y también tiene efectos positivos desde el punto de vista de los reguladores, por la mayor cantidad de información pública.

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Hasta ahora hemos comentado los beneficios que observamos en las empresas públicas: un mejor gobierno corporativo, que puede traducirse en un mayor cuidado del medio ambiente y otras cuestiones sociales, además de mayor transparencia; sin embargo, desde el punto de vista particular de las empresas, el salir o no entrar a la Bolsa no es necesariamente bueno o malo.

La principal razón para buscar colocar acciones es la posibilidad de acceder a financiamiento a menor costo; sin embargo,
puede ser que los planes de crecimiento de la empresa no lo requieran. Si la empresa ya es pública, pero el número de acciones es bajo y la operación es poca, puede ser razonable que una empresa decida abandonar el mercado. Adicionalmente, si los accionistas perciben que sus acciones están baratas, podría ser una buena inversión recomprarlas.

En resumen, es positivo que las empresas mexicanas busquen ser públicas, por lo que incrementar el tamaño del mercado sigue siendo una tarea pendiente, tanto del lado de las autoridades como de los intermediarios.

Nota del editor: Eduardo López Ponce es Analista Bursátil en Grupo Financiero Ve por Más, es economista de profesión, con más de seis años dedicados al análisis bursátil. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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